No quería enamorarme, y apareciste tú
¿Quién no se ha dicho alguna vez en la vida tras un desengaño cariñoso qué no deseaba regresar a enamorarse?
La última vez que Alejandra lo pensó, fue cuando su prometido decidió abandonarla por una mujer considerablemente más joven que ella. Ese día, le afirmó a sus amigas del alma que, «no deseaba enamorarse» jamás. A sus 38 años, estaba fatigada de que los hombres pisotearan su corazón y no los precisaba para ser feliz.
Su trabajo de cirujana plástica en una de las clínicas más exclusivas del país, le dejaba vivir muy con comodidad. Tenía un ático de ensueño en una de las urbanizaciones más reputadas de Marbella, y las mejores amigas del planeta. Con lo que no precisaba sentir eso que llamaban amor para sentirse completa.
Y apareció.
Víctor era joven, muy joven. Su mirada verde la tenía ofuscada, y su cuerpo perfecto la hacían tener sueños húmedos y febriles. Era verlo, y quererlo. Más sus prejuicios, las apariencias y el que afirmarán, la atormentaban.
Una disco y un baile, bastaron a fin de que decidiese entrar en acción.
¿Logrará Víctor que Alejandra se olvide de sus prejuicios y se deje llevar por los dictados de su corazón?