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Lisa Cach

Las vírgenes del dragón


A veces matar al Dragón es la parte más fácil...
George Arlington es un luchador profesional conocido en los ambientes del espectáculo de lucha libre de TV como “The Saint”, muy popular sobre todo entre los niños y jóvenes, que intentan imitarle en todo, incluso en sus movimientos de lucha, lo que ocasiona que algunos de ellos se lesionen y que sus madre escriban indignadas a George. Él está reponiéndose de una herida y además bastante deprimido, muy preocupado por el tema. Su hermana Atenea intenta ayudarle e intenta hipnotizarle con un antiguo cristal que había encontrado. Pero en vez de hipnotizarle... le envía hacia atrás en el tiempo, a la Inglaterra de la Edad Media. George cree que está en trance hipnótico cuando se encuentra con Ermoni, que le dice que ha de ir a la guarida del Dragón y matarlo. Como es natural, él promete hacerlo, aún piensa que está soñando. No sabe que está en Markesew, una aldea que lleva pagando un tributo anual de una virgen y una oveja al Dragón desde hace doce años.
Alizon fue la primera virgen enviada hace doce años a Devil's Mount, pero, por pura suerte consiguió que el Dragón no la matase y desde entonces ha estado salvando a todas las vírgenes enviadas como tributo por los aldeanos. Ella alimenta al Dragón con ovejas. Alizon se ha construido un pequeño mundo y es ahora la guardiana de la guarida del Dragón. Ansia vengarse de un pueblo que tan fácilmente se desprende de sus niñas para evitar enfrentarse al monstruo.
Cuando George Dragonslayer llega a Devil's Mount se encuentra a una vieja arpía que se enfrenta a él y lo vence... Cuando recobra el conocimiento se da cuenta que era Alizon, una hermosa joven disfrazada y se siente fascinado por ella. Haría cualquier cosa, incluso vencer a un terrible Dragón.
Alizon se siente atraída, a su pesar, por el extraño forastero, pero una vez que el monstruo haya muerto ¿qué pasará con ella y el asesino del Dragón que ha capturado su corazón?.