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Nora Roberts (Stanislaski)

1. La música del amor


La ex bailarina Natasha Stanislaski era la dueña de una tienda de juguetes en una pequeña ciudad. Era feliz con su vida sencilla y no tenía la menor intención de volver a enamorarse. Por eso, no quería tener ninguna relación con el profesor de música Spence Kimball... o eso era lo que se decía a ella misma...

2. Negocios y placer


La atractiva mujer de negocios Sydney Hayward decidió contratar al carpintero y escultor Mikhail Stanislaski para que arreglara un edificio de su propiedad en Nueva York. Fue entonces cuando Mikhail descubrió que los negocios pueden convertirse en placer.

 3. Unidos por la ley


Un juez decidió que la ambiciosa abogada Rachel Stanislaski compartiera la custodia de su cliente, un delincuente juvenil, con Zachary Muldoon, el hermanastro de este. Zachary era dueño de un bar en Nueva York y un hombre tan atractivo y encantador que Rachel iba a tener auténticos problemas para no enamorarse.

4. El primer encuentro


El policía de Nueva York Alex Stanislaski estuvo a punto de arrestar a la sexy guionista de televisión Bess McNee por ejercer la prostitución, cuando en realidad estaba investigando para una serie. Entonces Bess decidió investigar el trabajo que hacía Alex, y a él empezó a resultarle cada vez más difícil mantenerla alejada de su trabajo y de su vida.

5. El final de un sueño


Frederica Kimball había estado esperando toda su vida. Esperando a crecer, esperando a convertirse en una mujer, esperando el día en que Nicholas LeBeck estuviera tan locamente enamorado de ella como ella de él... Y ahora, por fin, estaba preparada y la espera había terminado.

6. Nuevos horizontes


Kate Stanislaski le había dado la espalda a la fama y el glamour y había vuelto a casa a empezar una nueva vida. Lo único mejor que el estupendo, aunque ruinoso edificio donde iba a montar su escuela de danza, era Brody O´Connell, el fascinante contratista que iba a encargarse de la remodelación del lugar. No era habitual encontrarse con una mujer tan bella, sensual, provocativa... y tan irritante como Kate. Pero Brody estaba empeñado en resistir su arrebatador encanto.
Aquella mujer era ni más ni menos que la hija mimada y perfecta de Natasha Stanislaski... no era para nada la mujer indicada para él. Sin embargo, cada milimetro de su ser le suplicaba que luchara por hacerla suya...