Candace Camp (Moreland)

 1. El poder del amor


Olivia Moreland llevaba toda la vida rechazando los poderes extrasensoriales que tenía; de hecho, se dedicaba a rebatir las habilidades de los médiums de Londres.
Pero cuando Stephen, lord St. Leger, le pidió ayuda para investigar a un supuesto parapsicólogo, Olivia se dio cuenta de que no podía hacer caso omiso de la peligrosa presencia que percibía en su antiquísima casa...
Como tampoco podía pasar por alto la increíble conexión que había entre Stephen y ella, como si se conocieran de antes... Stephen se había marchado de Blackhope Hall cuando su hermano mayor le había arrebatado el título y a la mujer que amaba.
Ahora, tras la muerte de su hermano, había regresado y se había encontrado a su familia envuelta en un escándalo. ¿Quién estaba tras la muerte de su hermano, un espíritu oscuro, o el parapsicólogo que afirmaba haberlo descubierto? Y, sobre todo, ¿quién era esa Olivia Moreland que había conseguido volver a despertar la pasión en él?

2. Una mujer inalcanzable


Kyria Moreland era lo bastante hermosa como para ganarse el sobrenombre de «La Diosa» y lo bastante rica para atraer a todos los caballeros de Londres, pero se negaba a casarse hasta que no hubiera encontrado el amor verdadero. Entonces recibió un extraño paquete en misteriosas circunstancias, y se vio enfrentada al peligro, al asesinato y a un atractivo americano cuyo destino parecía estar unido al suyo.
Rafe McIntyre tenía el encanto suficiente para seducir a cualquier mujer, pero su atractiva fachada ocultaba un amargo pasado. Su vasta experiencia le decía que Kyria estaba en peligro, y se negó a que resolviera sola el misterio del paquete.
Pronto se quedó fascinado por los sucesos que se desataron con la llegada de aquella antigüedad de incalculable valor. ¿Quién le había enviado a Kyria ese tesoro envuelto en la leyenda? ¿Y quién estaba dispuesto a cometer un asesinato para conseguirlo?

3. Misteriosa seducción


Desde que Anna Holcombe había rechazado su proposición sin explicación alguna, Reed Moreland no había sido capaz de volver al lugar donde habían vivido aquel romance: Winterset.
Siempre se había sentido cautivado por la inquietante belleza de la mansión y el misterio que la rodeaba, pero los dolorosos recuerdos que despertaba en él le impedían seguir viviendo allí.
Hasta que comenzó a soñar que Anna estaba en peligro y tuvo que dejar a un lado el sufrimiento del pasado y dirigirse a Winterset para proteger a la mujer a la que jamás había dejado de amar. Y la pasión no tardó en volver a surgir entre ellos, pero el asesinato de una criada iba a arrastrarlos hasta lo más profundo de las leyendas de Winterset... donde se enfrentarían a un destino del que no podrían escapar.

4. Un placer inesperado


La nueva institutriz de sus hermanos no era lo que Theo esperaba... El valiente explorador sólo había visto una vez una belleza como aquélla, en un sueño febril del que habría deseado no despertar. Pero... ¿qué hacía aquella deliciosa visión fisgoneando por la casa como una vulgar ladrona?
Megan Mulcahey tenía que averiguar si Theo Moreland, marqués de Raine, había matado a su hermano. La periodista estaba acostumbrada a conseguir lo que quería, aunque quizá Theo fuera un desafío mayor al que jamás se había enfrentado. Además de extremadamente poderoso, el marqués era increíblemente guapo e inteligente. Pero Megan iba a descubrir qué había detrás de la misteriosa muerte de su hermano... y qué había sido del tesoro que ambos habían estado buscando en la selva sudamericana, aunque antes tendría que cruzar el Atlántico e infiltrarse en su casa de algún modo..

5. Destinados a encontrarnos


Una pérdida de identidad. Un peligroso misterio. Y un amor profundo capaz de conquistarlo todo.
Cuando un misterioso caballero apareció ante su puerta, Alex Moreland se quedó estupefacto al descubrir que aquel desconocido no era un caballero, sino una hermosa dama disfrazada de hombre y muy necesitada de ayuda. La mujer no recordaba nada, excepto su nombre, Sabrina, y las únicas pistas que tenía para averiguar su identidad eran el contenido de sus bolsillos: un pañuelo, un reloj de bolsillo, un saquito de cuero, un pedazo de papel y un anillo de oro.
Sabrina estaba segura de que estaba huyendo de alguien, o de algo, ¿cómo explicar si no los moratones de su rostro y la omnipresente sensación de miedo que la acompañaba? También tenía la certeza de que Alex podía ayudarla, y no podía negar las chispas de atracción que saltaban entre ellos. Juntos decidieron viajar al campo para resolver el misterio antes de que aquello de lo que Sabrina estaba huyendo consiguiera atraparla.