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Marc Levy

La mirada de una mujer


Durante la adolescencia, Philip y Susan lo fueron todo el uno para el otro, así que prometieron amarse para siempre, aunque el destino los separara. Y efectivamente, la vida los llevó por diferentes caminos: ella partió a Honduras como cooperante, mientras que él se convirtió en un publicista de éxito. A pesar de la disparidad de sus trayectorias, ambos mantuvieron viva la relación, por carta y en encuentros esporádicos, hasta que el destino quiso que volvieran a reunirse.