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El hombre de dos mundos


La primera obra que publican en colaboración, el lector asiste complacido a un despliegue del talante más frívolo de Frank Herbert, mientras que Brian Herbert se nos muestra bajo su aspecto más profundo. Ambos escritores combinan sus prolíficos talentos para producir una atractiva narración de aventuras de ciencia ficción, repleta de los fascinantes elementos a que nos tiene acostumbrados el creador de DUNE, y rebosante al mismo tiempo de las suficientes dosis de ironía y situaciones inverosímiles como para obtener el título de parodia a que merecidamente aspira. Parodia o no parodia, "El hombre de dos mundos" parte de una apremiante premisa: supongamos que la Tierra, o todo el universo, fuesen creación de la fecunda imaginación de un mundo extraterrestre; supongamos asimismo que hubiésemos alcanzado la capacidad de destruir ese mundo, ignorando que su destrucción significaría la virtual aniquilación de nuestra existencia. Y supongamos por último que el destino final de ambas razas reside en manos de un hombre que es la mitad ser humano, agresivo y codicioso, y mitad precoz e ingenuo adolescente extraterrestre.