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Mary Janice Davidson (Lobos Wyndham)

1. Prisionera del amor


Atrapada en un ascensor, Jeannie Lawrence no estaba dispuesta a experimentar el placer a manos de Michael Wyndham. Nunca esperó que ese hombre diabólicamente apuesto volviera a aparecer en su vida, ¡o que resultara ser un hombre lobo! ¿Aceptará ella su destino de ser su compañera? 

2. La loba de Jared


La hermana de Jared Rocke fue asesinada por un hombre lobo y él debe encontrar el líder y destruir a la manada. Él “rescata” a una mujer de la propiedad del hombre lobo creyendo que ella trabaja para el líder, Michael Wyndham. Una atracción intensa y un sexo erótico surge, ¿Pero cómo se sentirá él cuando averigüé que ella es también un lobo?

3. La caída de Derik


Cuando inesperadamente se convierte en un alpha, el hombre lobo Derik Gardner sabe que tiene que dejar su jauría, si permanece en ella, sus instintos lo llevarán a pelear y matar al alpha actual, quién es su mejor amigo. Cuando un miembro psíquico de la jauría proclama que se acerca el fin del mundo a menos que alguien haga algo porque reencarnó Morgana Le Fay, la bruja temida de las leyendas del Rey Arturo. Derik se ofrece voluntariamente para la misión. Se dirige a California y allí queda subyugado por la hermosa e inocente Doctora Sara Gunn que no entiende porque la gente repentinamente quiere matarla. Ella resulta ser su compañera, Derik no sabe si esto es debido a su mala suerte o a las manipulaciones de Sara. Con lujuria en su cerebro, él negocia con ella para llevarla en un viaje a través del país hasta Salem, con la intención de descubrir la verdad. Mientras que el metabolismo de Derik duele de tanta necesidad, Sara no puede ayudarle porque se ve afectada por la directa e impresionante pasión que él despierta en ella. Es un viaje de distancias y de descubrimiento de estas dos almas dispares que encuentran algo en común: su amor.
¿Podrán salvar al mundo y con ello su amor?

4'5. Monster love


Del Diario privado de Richard Will, Diez de Beacon Hill, Boston, Massachusetts. Llegar a ser un vampiro era lo mejor que alguna vez me ha ocurrido. Lo mejor. Que es por lo qué no entiendo toda la literatura, donde los vampiros son por lo general estos compañeros malhumorados que lamentan el dí­a en que ellos fueron mordidos, quiénes rezan para que algún europeo analfabeto les meta una estaca por sus costillas. “¿Lamentar ese dí­a? Si la muchedumbre no hubiera quemado a mi asesino la siguiente noche, yo le habría besado los pies. ¡Le habría besado hasta el trasero! ¿Después de todo, qué había allí­ para mí? ¿Continuar con la granja cuándo mi padre muriera? No, gracias. La agricultura es un trabajo agotador por una recompensa muy pequeña, e incluso menos respeto. Ya me costó soportar estar en el mismo cuarto con mi padre, mucho menos soportar trabajar para él el resto de mi vida. (Primero trabajar y segundo beber, ese era el lema de mi querido y difunto papá.)

5. No hay nada como un hombre lobo


Como cualquier hombre lobo sabe, los olores y emociones e incluso las voces altas tienen color y textura. Y como cualquier hombre lobo ciego sabe -no es que hubiera otro además de él, en la medida de su conocimiento- tú podías tomar esos olores, emociones, y conversaciones y hacer un trabajo bastante bueno de ver. No un excelente trabajo, comparativamente hablando, pero suficiente para tener un concepto sólido del mundo.