.

.
.

Lena Michell

Cuando me miras


El orgullo es un consejero terco que ofrece como única respuesta la obstinación. Aquellos que se dejan aconsejar por él emprenden tareas enormes: cruzan mares sin medir las consecuencias, descubren mundos nuevos, se enfrentan a cualquier situación en la que los
ponga la vida.
Miranda Whisthire lo ha perdido todo: la casa, la fortuna, la prosapia inglesa. Las deudas paternas le vetaron el acceso a los círculos sociales en los que su familia se movía. Digna, orgullosa, resuelve casarse por correspondencia con un estadounidense para escapar de una Inglaterra de la que se siente expulsada. Cuando llega y descubre que su esposo, al que nunca conoció, ha muerto en un accidente, decide, orgullosa y digna, llevar adelante, pese a todo, la plantación que su marido le legó.
Morgan Hamilton es uno de los hacendados más importantes de la ribera del río James, en Virginia, Estados Unidos. Intrépido, hábil para los negocios, terco y orgulloso, decide que va a quedarse con las tierras del difunto esposo de Miranda. Supone que ella se las venderá de inmediato, asustada por tener que enfrentar una situación inédita para una inglesa de buena cuna y contenta por hacerse de un inesperado dinero. Obcecado y orgulloso, no cuenta con que ella sea igual que él. Sin embargo, el orgullo se deshace cuando se miran a los ojos