Artie, la buena bruja
Mi nombre es Artie, y tengo un problema. Mi querido abuelo Brew murió, sucumbiendo a su amor por la repostería y dejándome todas sus posesiones. Ahora, oficialmente, soy dueño de una torre y dos gatos negros. Desafortunadamente, esto significa que también tengo que responder por sus responsabilidades como la de ser un mago, cosa que me es imposible, pues no soy uno. Soy una bruja, una bruja buena, y terriblemente pobre por eso. Mis gatos no son de ayuda, y ellos se burlan de mí. Mis padres están fuera, la Diosa sabe dónde. Soy muy malo en los hechizos, pero se supone que debo practicar en un muy importante ritual de “Señalización” en lugar de Brew. Por si fuera poco, en lugar de tratar de aprender cosas, sigo babeando por extraños hombres y encontrando el amor en todos los lugares equivocados. ¿Magos y Nigromantes? ¿Qué es lo siguiente, un dragón? En mi defensa, elegir un novio es muy difícil cuando estás tratando de resucitar la tierra y salvando a un ingrato pueblo. No ayuda el que tengo que evitar ser gravemente herido por los genios malignos y las brujas cliché.