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Lucinda Gray

Mandame al infierno pero besame


Si Mina pensaba que lo tenía todo controlado en su vida perfecta estaba equivocada, pues gracias a su imprecedible hermano se llevará una sorpresa. Se verá obligada a hacerse cargo de una empresa que está a punto de irse al traste y tendrá que lidiar con un grupo de incontrolables camioneros comandados por un hombre al que todos apodan: Gato.
Él es un hombre de actitud chulesca y provocadora, que para el asombro de Mina la traerá sexualmente de cabeza y la arrastrará a situaciones de lo más embarazosas, ridículas e incluso no muy lícitas. Ella para desconcierto de Gato, conseguirá hacerle perder el control en más ocasiones de las que quisiera reconocer, llegando incluso a cuestionarse su brillante futuro