1. El señor de la frontera
La misión desesperada de una dama
Las frondosas colinas de Escocia se extendían ante Lady Miriam MacDonald, brillante diplomática de la corte de la Reina Anne. Había venido en busca de paz entre los escoceses y los ingleses y había ganado la admiración de dos hombres especiales. El bondadoso, torpe terrateniente del castillo de Kildalton se convirtió en su amigo de confianza. Pero el Lord de la Frontera, una leyenda deslumbrante vestida en tartán pero disfrazada de negro en la medianoche, le tomó en sus brazos y tomó su inocencia.
El juramento irrompible de un Conde.
Toda una vida de angustia yacía detrás de este disfraz de Duncan Kerr, terrateniente de Kildalton de nacimiento, Lord de la Frontera por elección. Si la embajadora de la Reina lograra desenmascararle, perdería el premio que estimaba más que nada. Su intención había sido seducir y comprometerla, no amar y desearla.
Una pasión que decidió su destino
Durante el día, Miriam luchaba para establecer la paz en el reino, de noche se entregaba a placeres prohibidas con el misterioso Lord de la Frontera. Solo él sabía la verdad, tan imprecisa como las neblinas en las colinas: si amaba el alma apasionada de ella, o la promesa de paz que traía a su estimada patria.
2. La novia de ultramar
Alpin Mackay, una huérfana escocesa enviada a Barbados a muy corta edad, se siente plenamente identificada con la plantación azucarera en la que ha crecido. Hasta tal punto conoce los entresijos de la producción de azúcar que cuando su tutor, el propietario de las tierras, empieza a perder facultades, es ella quien administra el negocio con sorprendentes resultados. De ahí su decepción cuando el hacendado, al morir, deja la plantación a Malcolm Kerr, un noble escocés y pariente lejano de Alpin. La muchacha, dispuesta a cualquier cosa con tal de recuperar la hacienda caribeña, regresa a Escocia, donde se encuentra con la imprevista y misteriosa hostilidad de Malcolm. Pero Alpin no es mujer que se rinda fácilmente, y no escatimará esfuerzos para ver cumplidos sus deseos
3. Secreto conyugal
En el mundo lóbrego y violento de la Escocia medieval, Johanna y Clare, hermanas gemelas, luchan por salvaguardar su honor y sus derechos. Descendientes, sin saberlo, de la familia real escocesa, sus vidas se ven una y otra vez sacudidas por la ira del implacable rey inglés. En esta guerra sin cuartel todo vale, hasta el punto de que cuando Clare muere accidentalmente, Johanna la suplanta para poder conservar las tierras y el castillo de su hermana. Al principio, la estratagema surte efecto, pero un buen día reaparece Drummond, el esposo de Clare, a quien todos daban por muerto. Johanna recurre a todas sus artes para mantener la impostura, pero engañar a Drummond en el lecho conyugal no será fácil, y menos considerando que ella es virgen
4. La doncella de Inverness
En la boda de su hermana Sarah, Agnes MacKenzie se interpuso en el camino de una flecha, salvando la vida de Edward Napier. Para Agnes aquello fue cuestión de instinto y entrenamiento; su fama como guardaespaldas era conocida en toda Escocia, pero pocos sabían el dolor que impulsaba su peligrosa profesión.
A pesar de la cólera de Lachlan, duque de Ross y padre de Agnes, Edward Napier puso en práctica sus habilidades como médico para atender las heridas de esta. Le debía la vida, por lo que accedió a su petición de acompañarles a él y a sus hijos a Glasgow. Sin embargo, no tenía intención de permitir que aquella hermosa y temeraria mujer buscara al desconocido que había intentado matarle.
Agnes había renunciado al amor hasta reparar el daño que había causado, pero la gran inteligencia de Edward y su elegante atractivo la atraían como un imán. La audacia de Agnes fascinaba a Edward y, de vez en cuando, le enfurecía.
En medio de una nueva lluvia de flechas envenenadas, ambos cederán a un amor tan repentino como dichoso… un amor al que cuidar y proteger tan ferozmente como la propia vida…