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Cesar Mallorqui

El juego de Caín


Carmen Hidalgo parece una mujer normal; tan absolutamente corriente que resultaría invisible, de no ser por dos peculiaridades: su desmedida afición a los zapatos de marca y el hecho de dirigir Investigaciones Hidalgo, una pequeña agencia de detectives que también parecería del todo corriente, si no fuera por su muy poco convencional plantilla de colaboradores.
Un día, Ignacio Vázquez, constructor multimillonario y presidente del club de fútbol Deportivo de Chamartín, entra en contacto con Carmen y le encarga que investigue a la estrella de su equipo, Rubén Mochedano, un jugador de fama mundial cuyo rendimiento y conducta han sufrido, repentinamente, un cambio nada deseable. Carmen acepta el caso y no tarda en descubrir que el jugador está siendo víctima de un chantaje; pero el asunto se complica y lo que parecía una simple extorsión acaba convirtiéndose en una trama mucho más compleja y extraña, un rompecabezas en el que incluso están implicados varios servicios de inteligencia extranjeros.
Así pues, Carmen, ayudada por un viejo ex ladrón, una banda de moteros, una hacker felizmente instalada en la obesidad mórbida y un asesino a sueldo esquizofrénico, deberá intentar desentrañar un peligroso enigma que la conducirá de los suburbios de Madrid a las selvas de Colombia, y en el curso de cuya resolución pronto empezarán a acumularse las amenazas, los intentos de asesinato y los cadáveres.