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Amanda Quick

Fascinación


Harriet solo vive para sus fósiles y hay una banda de ladrones que le está poniendo muy difícil su investigación. Así que no le queda más remedio que escribir a Gideon, el noble que posee y administra las tierras, para que tome cartas en el asunto. Él lleva años sin aparecer por esas tierras por culpa de un escándalo en el que se vio envuelto con la hija del anterior reverendo, pero Harriet nunca escucha las murmuraciones. 
Gideon decide volver al pueblo al que juró no regresar porque le llama la atención la decisión que lee entre líneas en la carta de Harriet. Esa dama, hija también de un predicador, no parece tenerle miedo, así que acude a su casa muerto de la curiosidad. Allí le recibe una mujer que le sorprende continuamente y que no parece asustarse ni por su pasado ni por su terrible cicatriz en la cara. 
Incluso da la sensación de que se siente atraída por él y eso hace tanto tiempo que no le pasaba...