1. Atrápame si puedes
La arquitecta Luana Moure sabía lo que no quería: un hombre que pusiera su vida patas para arriba. Estaba contenta y feliz con su trabajo, sus amigos, su familia y su hijo adolescente a quien adoraba. Le gustaba hacer lo que quería, cuando quería y como quería. Había encontrado su equilibrio luego de una amarga experiencia, y se juró a si misma que nunca más permitiría sentirse emocionalmente dependiente de ningún hombre.
El millonario Patricio Dionich tenía otra idea, cuando conoció a Luana no le prestó mucha atención, pero bastó que ella abriera su preciosa boca y expresara algún pensamiento inteligente, para captar su interés. Pero su arquitecta fantasma era más escurridiza que una gata, y por más que intentaba, no lograba conquistarla.