0'5. Una duquesa atrevida
¿Estás sugiriendo que ahora que nuestro año de luto por nuestros esposos ha terminado, todas deberíamos tener por lo menos un amante?
Sophia Rowlands, viuda del Duque de Clayborne, se queda bastante sorprendida por la atrevida propuesta de su amiga, pero se asombra todavía más cuando, Dante Carfax, Conde de Sherbourne, se ofrece para hacer los honores.
El conde puede que tenga un atractivo salvaje e innegablemente provocativo, pero es cuatro años menor que ella, por no hablar de que han estado enfrentados desde que él le robó un beso hace diez años...
De joven, a Dante le bastó mirarla una sola vez para desearla como nunca había deseado a una mujer, ni antes, ni ahora. Después de tantos años de anhelo, al fin se decide a reclamarla. Pero, ¿podrá convencer a Sophia para que olvide el riesgo a un escándalo y se rinda a su pasión?
Vale la pena pasar por ese escándalo?
1. Bella y perversa
Eran jóvenes, bellas, viudas… y duquesas
Rupert Stirling, duque de Stratton, llevaba desde hacía tiempo el apodo de “Diablo”. Y se lo había ganado a pulso gracias a sus asombrosas hazañas dentro y fuera de la alcoba.
Pandora Maybury, duquesa viuda de Wyndwood, era incapaz de cualquier osadía, aunque el turbio secreto que guardaba la hubiera convertido en objeto de escabrosas murmuraciones. Si la aristocracia londinense hubiera sabido lo inocente que era en realidad... Incluido Rupert que, tras rescatarla de una situación comprometida, parecía empeñado en comprometerla aún más…
2. El placer del escándalo
Eran jóvenes, bellas, viudas... y duquesas
Genevieve Forster, duquesa viuda de Woollerton, sabía muy bien que tenía que dar un paso hacia adelante y empezar a disfrutar. Después de un matrimonio desdichado, estaba dubitativa, pero, en lo más profundo de su ser, anhelaba que la tentaran...
No era de extrañar que a lord Benedict Lucas, con ese aire esquivo y pecaminoso, sus amigos y enemigos lo llamaran Lucifer. No temía escandalizar a la envarada alta sociedad. Además, disfrutaría enormemente mientras sacaba a la luz el lado desvergonzado de Genevieve...