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Marian Keyes (Familia Walsh)

1. Claire se queda sola


Las desgracias se acumulan en la vida de Claire, todo hay que decirlo. Justo el día que da a luz a su primer hijo, la abandona su marido, que ni siquiera tiene la delicadeza de irse con una mujer más delgada que ella. Con una niña recién nacida, unos kilos de más y el cuerpo ensanchado y deforme después del embarazo, Claire se ve obligada a iniciar una nueva vida. Sin embargo, en su extravagante familia irlandesa encontrará un buen paño de lágrimas, y entre la risa y el llanto emprenderá una meteórica recuperación, siendo ella la más sorprendida.

2. Rache se va de viaje


Rachel es una entusiasta consumidora de drogas «recreativas». Según ella, no por adicción sino por pasatiempo. Al fin y al cabo, hoy día, ¿quién no toma de vez en cuando un ácido, una raya o unas pocas pastillas? ¿Qué mejor para olvidar las tensiones del trabajo y disfrutar un rato de la vida?
Pero, en una de ésas, se le va la mano, y tras una noche de excesos se atiborra de tranquilizantes para dormir a pierna suelta y empezar fresca una nueva jornada laboral. Para su sorpresa, a la mañana siguiente no despierta en su habitación sino en la cama de un hospital, después de un lavado de estómago y a punto para ingresar una temporada en una peculiar clínica de rehabilitación.

3. Maggie ve la luz


Hay muchas formas de reaccionar cuando te despiden del trabajo y encima descubres que tu marido te ha sido infiel, pero abandonarse a las fantasías y las neurosis de Hollywood tal vez no sea la más corriente... ni la más sensata. Sin embargo, es justamente lo que ha decidido hacer Maggie.
Maggie Walsh es irlandesa, tiene 33 años y lleva nueve casada con Garv. Siempre ha sido la buena de la familia, la juiciosa, la equilibrada. No es como sus otras cuatro hermanas, cuyas vidas siempre bordean el drama: Claire, abandonada por su marido, Rachel, ex yonqui, Anna una neohippy completamente fuera del mundo real, y Helen que es, algo inestable.
Hasta que, de la noche a la mañana, por culpa de unas trufas de chocolate, decide terminar con su "perfecto" matrimonio y, poco después, aceptar la invitación de su mejor amiga. Y sin pensarlo dos veces, hace las maletas y cambia Dublín por Los Ángeles. En su aventura americana, Maggie empieza a llevar un tipo de vida despreocupada en el que puede tomar el sol cada día mientras bebe
un martini tras otro. Conoce a los tipos más extraños e incluso tiene una experiencia lesbiana. La cosa se complica cuando la familia Walsh al completo decide acudir a rescatarla de lo que consideran el mal camino.

4. ¿ Hay alguien ahí fuera ?


Ana es responsable de prensa de una prestigiosa marca de cosméticos. Tras sufrir un accidente en el que muere su esposo y ella resulta gravemente herida, decide volver a casa de sus padres, en Dublín. El reencuentro con su increíble familia, el contacto con el mundo del espiritismo y la descripción del ambiente publicitario neoyorquino configuran las líneas maestras de esta agridulce comedia en la que, a pesar de abordar un tema duro como la muerte de un ser querido, Marian Keyes logra componer un fresco vital, cargado de humor y de personajes inolvidables.

6. Consultorio de mamá Walsh


Con el humor al que nos tiene acostumbrados, Marian Keyes usurpa la personalidad de mamá Walsh para enlazar siete historias sobre la vida y el amor -y los zapatos de Prada-, en un consultorio sentimental tan divertido como útil y, pordescontado, «insensato».