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Yolanda Olson (Inferno)

1. Inferno 


No he caído en días.
Puede que no parezca mucho, pero Dios mío... es un gran logro. Levantarme y arrodillarme repetidamente mientras él realiza sus rituales es agotador, y estoy bastante segura que las ampollas en la parte inferior de mis pies están listas para estallar. Mis rodillas están magulladas, cubiertas de sangre seca y cortes. Pero no caeré. No puedo derrumbarme, pues eso significa que él gana de nuevo y yo consigo ser encerrada en la mazmorra.
Estar en la oscuridad nunca me asustó, estar a solas era algo que solía apreciar hasta que él me llevó.
Ahora solo quiero encontrar la luz. Quiero encontrar el lugar cálido del que él tanto me habla; el lugar donde dice que todo este dolor tendrá sentido. No voy a derrumbarme otra vez. No puedo. No antes de encontrar mi paz en la luz. Tengo que hacerlo pronto porque no estoy segura de cuánto más puedo soportar.

Yolanda Olson

Where sleeping gods lie 


La lógica nos dice que cuando se llega al final de algo, nos detenemos.
La vida es un juego, un libro; todo tiene un final, ¿pero y qué si el final es solo el principio? Mi final vino hace mucho tiempo y espero que entiendas por qué puedo empezar de nuevo en ese momento exacto.
Hay razones por las que estas cosas pasan.
No estoy completamente segura de cuáles son, y puedo nombrar un par con seguridad, pero eso sería arruinar el propósito de descubrirlas. Todo debería comenzar desde cero y terminar en llamas. Nada es salvable si de verdad abres los ojos y miras este pútrido mundo. Una vez me enseñaron que todo el mundo merece una segunda oportunidad, todo el mundo es maravilloso a su manera, y todo el mundo encuentra felicidad.
Solía creer eso porque había encontrado mi felicidad. Mi rayo de sol en un día de lluvia. Mi fría calma en las llamas embravecidas que habla lo suficientemente suave para acallar mis maliciosos pensamientos.
Pero sólo hay un número contado de veces en que puedes arrojar los dados y terminar con los mismos números.

Yolanda Olson (Red light ladies)

1. All that matters


Solía ser Amity Crane.
Solía ser exitosa, fuerte, hermosa, amada. Solía ser una chica quien podría hacer que los chicos jadearan cuando pasaba a su lado, la chica que arrasaba el mundo con su éxito, y la chica que amaba una buena aventura más que cualquier otra cosa. Yo era la chica obsesionada con las películas de superhéroes y que devoraba todos los libros en los que podía poner mis manos.
Solía ser un montón de cosas, hasta hace tres años...
Ahora soy Lieve, prostituta excepcional de la zona roja, para ser utilizada por cualquier hombre o mujer hasta que pueda pagar una deuda que nunca fue mía, para empezar. Una deuda de la que no sabía nada, de una familia que me engañó para que pensara que había encontrado un lugar seguro donde vivir.
Ésta es mi historia.

2. The bad girl 


Me alejaron de Amity porque era mi amiga. Kerstan sabía que para debilitarla, para romperla, tendría que deshacerse de todo lo bueno que la rodease. 
Me mandaron a vivir con un hombre cruel, en una casa cruel y a trabajar para sus clientes. Luuk era mi nuevo dueño y hacia que echase de menos mi hogar. Me hacía echar de menos a Amity; incluso me hacía echar de menos a Kerstan. 
Mientras que Kerstan era, generalmente, más cruel con sus palabras que con sus manos, a Luuk le complacía enormemente vernos amoratadas, golpeadas, o sexualmente traumatizadas. 
Estar en la casa ha empezado a cambiarme.
Debes conocerme por el nombre Betje. 
Amity me llamaba Wendeline, mi nombre real. 
Me estoy amargando y empiezo a querer liberarme. 
Quiero ir a casa. 
Quiero volver con Amity. 
Y haré todo lo que pueda para salir de esta casa.

3. Bittersweet heroine 


Nunca quise volver a la Zona Roja.
Una vez que pagué con éxito mi deuda a Kerstan, pensé haber acabado con todo. Pero hay algo me ha estado molestando: rumores de una chica americana siendo lanzada de casa en casa, siendo utilizada, tratada peor de lo que cualquiera de nosotras ha sido tratada nunca.
Sé que no es asunto mío, pero siento que no voy a ser verdaderamente capaz de dejar la Zona Roja tras de mí si no encuentro alguna forma de ayudarla. Volveré y recogeré información necesaria para encontrarla.
Mi nombre es Valentina; llámame Danique.
Soy la auto nombrada Santa Patrona de Prostituas Abusadas y salvaré a Amity Crane por cualquier medio necesario.

4. Vices & virtues


En la zona roja haces lo que tengas que hacer para sobrevivir.
Un hecho bien conocido por Amity Crane y el resto de mujeres en las casas de Kerstan y Luuk. Ahora que su pasado y presente han chocado de la manera más inesperada, Amity ve su oportunidad de escapar.
Después de sentirse utilizada y desechada más de mil veces, ha quedado sin voluntad ni deseo de dejar lo que conoce. Valentina no descansará hasta que Amity sea libre, y Betje ahora tiene sus propias ideas de libertad. Juntas, las damas de las casas más prominentes de La Zona Roja se agrupan para ayudar a Amity.
Pero, ¿decidirá ella aceptar su ayuda o luchará por su cuenta? ¿Se librará finalmente Amity de los horrores que ha tenido que soportar o se quedara en donde está?
Da un último paseo por el barrio más famoso de Ámsterdam y descubre si Amity recupera su fuerza, valor, y libertad de aquellos que la han utilizado al máximo.
Para público adulto. Contenido sexual fuerte. Temas oscuros.