Mostrando entradas con la etiqueta Tami Hoag. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tami Hoag. Mostrar todas las entradas

Tami Hoag (Deer Lake)

1. Pecados nocturnos


Deer Lake es un pequeño pueblo de Minnesota en el que todos los vecinos se conocen y el crimen es algo que solo se ve en los noticiarios de televisión. Pero la ilusión de la seguridad queda destruida cuando Josh Kirkwood, de ocho años, desaparece del campo de hockey mientras espera a su madre. Lo único que encuentra la policía es la bolsa con sus pertenencias, y en su interior una nota que reza: «La ignorancia no es inocencia sino PECADO». A cada hora que pasa, la búsqueda de Josh adquiere una intensidad difícil de soportar. Para Megan O’Malley, el caso se convierte en la oportunidad de saber si logrará introducirse en el mundo masculino de la policía local. Para Mitch Holt, es el espantoso recordatorio del crimen que destrozó su vida antes de trasladarse a Deer Lake. Juntos lucharán por resolverlo, y aprenderán a amarse, mientras un psicópata acecha preparando el siguiente movimiento de una partida en la que solo él conoce las reglas... 

Tami Hoag (Kovac y Liska)

1. El incinerador


El incinerador había golpeado de nuevo. El cadáver estaba quemado como los anteriores. Pero, a diferencia de ellos, este había sido decapitado y la víctima no era una prostituta, sino la hija de uno de los hombres más prominentes de la ciudad. Además, había un testigo: Angie, una adolescente marginal y de personalidad torturada, que es encomendada a los cuidados de la detective Kate, la cual, sin quererlo, la arroja en manos de El incinerador. Y es misión de la agente llegar a Angie antes que el monstruo. En su intento recorrerá un escabroso camino en el que también se encontrará la hostilidad de sus propios compañeros e incluso los aguijonazos de un amor que creía perdido...

2. Sospecha


Andy Fallon, un joven policía, ha aparecido desnudo y ahorcado. Según todos los indicios, se ha suicidado o ha sido víctima de un juego erótico, pero el detective Sam Kovac no termina de verlo claro. Se propone esclarecer los hechos, en parte, como un servicio al padre del joven muerto, un antiguo policía que tuvo que retirarse tras quedar inválido a consecuencia de un disparo, pero también porque sabe que hay personas que podían tener interés en la desaparición de Andy. Y es que el joven era de Asuntos Internos y además homosexual, dos circunstancias que pueden producir antipatías en determinadas personas, más aún si tienen algo que ocultar. Para Kovac se trata de un terreno muy resbaladizo, en el que sin duda se va a encontrar con la hostilidad de muchos. Pero él es tozudo, cuenta con la ayuda de Nikki Liska, una entusiasta policía divorciada, y ama la verdad. Una verdad que emergerá en toda su sordidez y brutalidad.