1. Una relacion inapropiada
Lady Olivia ha pasado los últimos tres años enclaustrada en un bosque, al norte de Inglaterra. Sin embargo, no lo lamenta,
está conforme con su existencia llena de esfuerzo y estrecheces, muy lejos de
Londres y de las estrictas normas que rigen a
Londres y de las estrictas normas que rigen a
preciado de su vida, su hijo.
Andrew Witney, antes de ser el vizconde Rothbury, era veterano de las guerras napoleónicas y tenía la vida de un hombre común. Nada hacía presagiar que obtendría su título gracias a una tragedia familiar, y junto con ello, hacerse cargo de un
sinfín de responsabilidades propias de su posición, para las cuales nunca estuvo preparado, entre ellas, engendrar un heredero.
Eso es lo más complicado, no porque no quiera, sino porque nadie es capaz de mirarle a la cara sin hacer una mueca de
repulsión. Su fealdad y cojera le dan el triste apodo de «adefesio de Rothbury».
En las aguas heladas de un lago comienza la verdadera historia. Un encuentro fortuito desencadenará la unión de sus vidas de manera dulce y natural. Pero para el resto de la sociedad, ese amor que nace entre ellos solo podrá ser catalogado de una
manera: como una total y absoluta relación inapropiada
2. Una apuesta indecorosa
Margaret Croft, condesa de Swindon, ha sido apostada por su esposo, para poder recuperar el dinero perdido un juego de cartas.
Para escándalo de todo el mundo, lord Swindon, no ganó… Y ella no lo sabe.
Michael Martin, conocido granuja, truhan y libertino, ha construido su reputación y fortuna, jugando al whist en todas las mesas de juegos disponibles en Londres. Y su última adquisición es, nada más y nada menos, que lady Swindon.
Y, a pesar de que su fama lo precede, nada es lo que parece.
Dicen que el azar es el retorcido y caprichoso hermano del destino. ¿Qué se puede hacer cuando él, es quien baraja las cartas?
Pues, el deber de todo granuja es jugar y arriesgarlo todo por ganar la apuesta... Aunque sea indecorosa.