11. La marca del cuervo
Una historia de amor forjada entre la traición y la leyenda, en el corazón indómito de las Highlands.
Alaric Caomhánach nació para liderar, pero no con el derecho de un heredero, sino con el peso silente de una sangre bastarda.
Falsamente acusado de una traición que no cometió, se vio obligado a abandonar su tierra y su nombre. A lo largo de una década, el mundo lo conocería como el Cuervo Negro, el más temido y letal entre los mercenarios del continente. Pero Alaric no ha olvidado ni su juramento ni el rostro de quien podría tener en sus manos la verdad que lo redima: la mujer que lo amó… y lo entregó.
Cuando regresa a las Highlands, no busca venganza, sino justicia. Y encuentra a Seònaid Tarnach como un espejismo, nadando sola en las aguas del lago, libre y salvaje como el recuerdo de un sueño perdido hasta que lo recibe apuntándole al corazón con una pistola.
A Seònaid siempre le dijeron que tenía el alma inquieta de su madre, una mujer que trajo desgracia al clan por seguir su corazón. Nunca creyó ese destino sería también el suyo… hasta que conoció a Alaric. Lo arriesgó todo por él: su nombre, su honra, su juventud. Y lo perdió. Años después, frente al hombre endurecido por la guerra, descubre que el pasado no es tierra dormida: arde como los brezos en el viento de otoño.
Pero mientras desentierran juntos los hilos envenenados de una conspiración antigua, los une algo más que la búsqueda de la verdad: un amor que no ha muerto, sólo ha mutado en leyenda.
¿Pueden las almas rotas volver a encontrarse en una tierra donde el honor, el juramento y el silencio dictan el destino… incluso si el precio es el corazón? En una tierra forjada por el honor y sellada por el silencio, ¿puede un amor herido sobrevivir al tiempo… y al precio de la verdad?