Presagio
Ellos hicieron un juramento …
Una noche desbordada de pasión, unas horas donde actuarían como dos amantes desconocidos con un único objetivo: Saciarse las ganas que los quemaba a ambos.
Era una noche y nada más…
Fingieron en cada oportunidad donde se volvían a reencontrar que esa llama había muerto. La Mafia seguía tirando sus hilos, el pasado gobernaba su futuro, la sangre dictaban que eran un pecado, ¡Inmorales!
Ellos eran el secreto más peligroso, mientras la pasión ardía a fuego lento.
La paz en la Mafia Italiana y La Bratva empezaba a tambalearse por el arrebato de dos cuerpos.
Ellos eran tentación sin cordura, dos amantes bailando la danza de la lujuria.