.

.
.

Isabel Jenner (Tecléame... Te quiero)

1. La geek y el highlander


Un apuesto highlander entrenado solo para la batalla... Una tímida joven experta en ordenadores... ¡Y unos juegos de las Tierras Altas repletos de tecnología en plena Escocia del siglo XVIII!
El verano ha llegado al norte de Escocia. En un año más tendrán lugar los juegos de las Tierras Altas, donde los hombres del clan MacLaine probarán su destreza y su coraje, y en los que Duncan MacLaine siempre ha resultado vencedor. Sin embargo, una novedad en las pruebas hará que el diestro guerrero tema sufrir una deshonrosa derrota frente a sus oponentes. Se han introducido competiciones de realidad virtual e informática, y Duncan solo sabe de espadas y duro entrenamiento físico.
La aparición de una extraña muchacha, Dallas Sterling, dará un nuevo giro a la vida del highlander, puesto que la joven está dispuesta a enseñarle sus amplios conocimientos tecnológicos a cambio de un pequeño favor...
Lo que Dallas desconoce es que, pocoa poco, irá conquistando a Duncan hasta que lo más importante para él en esos juegos sea ganar su corazón.
Nota de la autora: Todas las novelas de la serie «Tecléame te quiero» pueden leerse y disfrutarse de forma independiente.

2. Enlazados


 Abigail quiere una aventura en el Salvaje Oeste. A Josh solo parece importarle su rancho.
Una web muy especial hará que se encuentren.
¿Podrá durar lo que Internet ha unido en un Wyoming del siglo XIX?
La soledad ha vuelto a Josh Sheridan un oso gruñón que vive en su rancho al pie de las Rocosas y que espanta a cuantas mujeres tiene cerca. Sus hermanos creen que la solución está en la web Western Darling, un método tan bueno como cualquier otro para conseguir novia, y no dudan en acudir al único cibercafé en kilómetros a la redonda que sirva a sus fines. Allí crean un perfil haciéndose pasar por su hermano mayor que parece atraer la atención de unas cuantas candidatas. Y hay una dama del Este en especial que sería perfecta para Josh…
La señorita Abigail Reed es una joven sedienta de aventuras, incapaz de soportar las atenciones de los caballeros de su Nueva York natal durante más de un minuto sin bostezar, por lo que una amiga le recomienda que use Western Darling para encontrar a un hombre que consiga despertar su interés de una vez por todas.

3. Lady Smartphone


Una escandalosa fotografía. Una dama en apuros. Y el hombre que menos se esperaba, dispuesto a salvarla de las garras de Internet en pleno siglo XIX.
Flossie Easter es una joven dama londinense que disfruta de los placeres propios de su edad a través de las nuevas tecnologías.
Lo que nunca habría imaginado es que un comprometedor selfie conseguirá que su ordenado mundo cambie en un solo día, y que el caballero del que una vez estuvo profundamente enamorada vuelva a aparecer a su lado.
Lady Smartphone es la versión revisada y ampliada, con nuevas sorpresas para los lectores, del relato con el mismo nombre que la autora publicó en Internet y que tras el apabullante éxito obtenido dio comienzo a la serie «Tecléame te quiero».

4. Un lord con wifi


En un Hampshire del siglo XIX…
El carruaje avanzaba a trompicones por el camino enlodado. No había dejado de diluviar desde que lady Mary Bale, hermana del sexto vizconde Bale, abandonase Londres. Aunque «ser desterrada» le parecía un término mucho más apropiado para su situación.
Se encontraban en plena temporada social cuando saltó el escándalo de la boda clandestina entre su hermano, el vizconde, y Flossie Easter, su mejor amiga desde la infancia. A pesar de ser un viaje organizado en contra de su voluntad, la madre de Mary había decidido que lo más conveniente para su casta hija era refugiarse en Hampshire hasta que las aguas se calmasen. Más concretamente, en la pequeña casita de campo de su tía abuela Louisa. Y allí estaba ella. Temblando de frío en el gélido mes de febrero y rodeada por la negrura más absoluta. En dirección a una negrura aún mayor.
-Flossie, ya puedes pedir clemencia cuando regrese a Londres. Y avisa a mi hermano de que con él tendré todavía menos piedad que contigo. ¡Si estoy en este paraje olvidado de la mano del Señor es por vuestra culpa!
Soltó el micrófono del teléfono para que se enviase el audio pero, para su frustración, un relojito no paraba de dar vueltas sin mandar su mensaje.
Mary fue entonces consciente por completo de que se hallaba en medio de la nada. Sin datos. Sin cobertura. Y, lo peor de todo, sin una sola red wifi a la que poder conectarse…