.

.
.

Brittainy C. Cherry (Elements)

1. El aire que respira


He sido advertida sobre Tristan Cole.
—"Mantente alejada de él" —dice la gente
—"Es cruel"
—"Es frío"
—"Esta dañado"
Es fácil juzgar a un hombre por su pasado. Mirar a Tristan y ver un monstruo.
Pero yo no podía hacer eso.
Tuve que aceptar las ruinas que vivían dentro de él porque estas vivían dentro de mí también.
Ambos estábamos vacíos.
Ambos estábamos buscando algo más. Alguna otra cosa.
Ambos queríamos juntar las piezas destrozadas de nuestro ayer.
Luego podríamos finalmente recordar como respirar.

2. El fuego que nos une


Había una vez un chico, yo lo amaba.
Logan Francis Silverstone era todo lo opuesto a mí. Yo bailaba mientras él se quedaba quieto.
Era callado, y yo siempre hablaba demasiado. Se esforzaba por hallar una sonrisa mientras yo me negaba a fruncir el ceño.
La noche que vi la oscuridad que realmente vivía en él, no pude ignorarlo.
Estábamos rotos pero de laguna manera completos. Nos equivocábamos juntos, pero siempre teníamos razón. Estábamos en las estrellas que ardían en el cielo nocturno, buscando un deseo, pidiendo un mañana mejor.
Hasta el día en que lo perdí.
Me deshice de nosotros con una precipitada decisión, una que nos cambió para siempre.
Había una vez un chico y yo lo amaba.
Por unas cuantas respiraciones, algunos susurros, unos pocos momentos, creo que él también me amó.

3. El silencio bajo el agua


Nuestra vida es una colección de momentos.
Algunos completamente dolorosos y llenos de heridas del ayer. Algunos muy esperanzadores y llenos de promesas del mañana.
He tenido muchos momentos en mi vida, momentos que me cambiaron, me desafiaron. Momentos que me aterrorizaron y me hundieron. Sin embargo, los más grandes ?los más desgarradores e impresionantes?, todos lo incluían a él.
Yo tenía diez años cuando perdí mi voz. Un pedazo de mí fue robado, y la única persona que podía escuchar mi silencio era Brooks Griffin. Él era la luz durante mis días oscuros, la promesa del mañana, hasta que la tragedia lo encontró. Tragedia que finalmente lo ahogó en un mar de recuerdos.
Esta es la historia de un chico y una chica que se amaban, pero que no se amaban a sí mismos. Una historia de vida y muerte. De amor y promesas rotas. De momentos.

4. The gravity of us 


Graham Russell y yo no estábamos hechos el uno para el otro.
Yo estaba impulsada por la emoción. Él estaba apático. Soñaba, mientras él vivía en pesadillas. Lloraba cuando no tenía lágrimas que derramar.
A pesar de su congelado corazón y mi disposición a correr, a veces compartíamos segundos. Segundos cuando nuestros ojos se entrelazaban y veíamos secretos del otro. Segundos cuando sus labios saboreaban mis miedos, y yo respiraba sus dolores. Segundos cuando ambos imaginábamos como sería amarnos el uno al otro.
Esos segundos nos dejaban flotando, pero cuando la realidad nos daba fuerte, la gravedad nos obligaba a descender.
Graham Russell no era un hombre que supiera amar, y yo no era una mujer que supiera hacerlo tampoco. Sin embargo, si tuviera la oportunidad de enamorarme de nuevo, lo haría siempre de él.
Aunque estuviéramos destinados a chocar contra el suelo.