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Marie Ferrarella (Casamenteras)

4. El destino en sus manos


¿Encontraría el valor para quedarse esa vez?
Para un hombre como Kullen Manetti las mujeres nunca habían sido nada más que un objeto. Sin embargo, eso iba a cambiar muy pronto. Un antiguo amor estaba a punto de irrumpir en su vida para ponerlo todo de cabeza. 
Lilli McCall se había marchado por una razón, un secreto

6. El hombre de sus sueños


Lea de Montreau tenía una elección difícil: casarse, tener un heredero o renunciar a su castillo. Era una mujer orgullosa y estaba dispuesta a hacer lo que fuera preciso por proteger a su gente. Y pareció que el destino se mostraba favorable con ella cuando la reina le envió a un hombre . . .

8. Corazón amado


Tres hombres? ¿Y la mujer perfecta? Si a Micah Muldare le faltaba algo era tiempo. El atareado viudo no tenía horas suficientes para su exigente trabajo y sus dos pequeños hijos. Era evidente que en su vida no había lugar para el amor? hasta que Tracy Ryan llegó a ella. Tracy ya había sufrido una vez por amor, así que había desistido de la idea de encontrar al hombre de su vida y formar una familia, pero le estaba costando mucho trabajo resistirse al guapo Micah, y a sus adorables hijos. Tal vez hubiese llegado el momento de cambiar su manera de ver la vida y de arriesgarse para conseguir tener la familia que siempre había deseado. 

11. La pequeña casamentera


 ¿Podría aquella pequeña Cupido conseguir hacer realidad sus sueños de tener una familia? Ginny Scarborough había elegido a su nueva mamá, Danni Everett, la famosa chef que había contratado a su padre viudo para reformar su casa. Danni no podía negar la inmediata atracción que había sentido por el guapo contratista de ojos verdes, así que, ¿por qué se resistía Stone si lo suyo parecía ir bien? El corazón de Stone llevaba tiempo frío como el hielo… hasta que había conocido a la atractiva y chispeante chef. Pero Danni formaba parte de un mundo al que él y su pequeña no pertenecían, así que lo mejor sería continuar con su vida y evitar correr el riesgo de volver a sufrir ante la pérdida de un amor.