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Canción de pasión


En el mundo desierto de Adjara, que se permita reclamar a una mujer y llevarla a su casa es un honor otorgado sólo a aquellos varones emparejados que ya se han demostrado ser útiles para la tribu. Para Raeder y Haven du’Faerin, es un sueño hecho realidad cuando se les da permiso para ir a Iyon y traerse a una flautista con talento llamada Aria.
La vida de Aria en el mundo minero de Iyon es dura. Su futuro se hace más sombrío cuando su padre la pierde en un juego de dados. Negándose a aceptar su destino de prostituta, huye por la noche y termina en los brazos de Raeder y Haven.
Son una fantasía hecha realidad, o una pesadilla a punto de ocurrir. Después de una noche de placer sin igual, ella averigua sus orígenes y huye de ellos, sólo para darse cuenta de que se enfrenta a una elección, escuchar a su corazón o a los rumores sobre los hombres que hacen llamar al secreto mundo de Adzharia, su casa.