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Sam Cheever (Dioses del amor)

1. Cupido derribado


Daphne Charissa no es una Cupido normal.
Bion Chronos no es un varón humano promedio.
Juntos se han lanzado a cambiar la historia pero en el proceso van a tocarle seriamente las narices a los Destinos. 
¡Es realmente difícil que un romance se desarrolle cuando tienes a las Furias llamando literalmente a tu puerta!
Daphne y Bion se encontrarán pronto enfrentados en un juego mortal del gato y el ratón, al que las Furias no tienen la intención de perder.

2. Nocked asunder


En su línea de trabajo, Athena Googlios está acostumbrada a hombres calientes y atractivos. Pero Damian Leandar lleva lo de ser caliente a un nivel completamente nuevo. Su contacto, incluso su mirada, hace que su cuerpo se tense y arda por la lujuria. La mente de Athena le dice que tiene que tratarlo como a cualquier otro cliente. Pero su cuerpo tiene su propio orden del día. Y cuando ella se encuentra frente a frente con un par de criaturas míticas realmente desagradables, Damian puede ser el único que puede salvarla de un destino peor que la muerte.
Lamentablemente, Damian tiene algunos secretos bastante importantes. Y a pesar de los sentimientos que ya no pueden ignorar, algo más grande que el amor puede todavía interponerse entre ellos. Al final, puede ser que tengan que perder todo lo que tienen para que se den cuenta de lo mucho que tienen que perder.

3. Nocked senseless


Hermes Adonis tiene un corazón roto y un problema de actitud. Cuando las Parcas le envían a un año sabático forzado de Cupid’s Arrow, no es un Cupido feliz. Hermes se pasa todos los días tomando Azufre y esperando su total destrucción. Pero cuando una belleza morena le derriba y pone un cuchillo en su garganta, siente una chispa inesperada en su corazón muerto.
Nidras es una princesa demonio maldita. Está prácticamente rendida tratando de matar al mago que sostiene su maldición. Lo último que necesita es un hombre, especialmente uno cuya sexy cabeza esta difusa por aspirar Azufre todo el día. Pero Hermes es divertido y decidido, y Nidras está sola y asustada. Y cuando se reúnen en una habitación, el calor que crean casi derrite la pintura de las paredes.