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Isabella Burtons

La pasión de una dama


Lo despertó su habitual dolor de cabeza,la penumbra de la habitación indicaba que era de noche, lo que no sabia era si estaba amaneciendo o por el contrario ya había oscurecido.Tenia un vago recuerdo,bebió hasta perder la conciencia,hasta lograr que se le calmara ese horrible dolor.
Poco a poco fue incorporándose en la cama,todo le daba vueltas.Cuando se hubo estabilizado se bajó al suelo,la chimenea se apagó en algún momento.
Estaba desnudo pero no sentía frío alguno,se acerco al escritorio y miró su reloj;las cuatro de la madrugada. Descorrió la cortina y la luz de la luna iluminó su esbelto cuerpo.Un cuerpo que añoraba las caricias de  una mujer,algo que no ocurría desde que volviera de la guerra.
La única vez que lo intentó fue con una  fulana en el muelle y no pudo ni empezar al ver la cara de horror de la chica cuando reparó en la cicatriz que le atravesaba la mejilla y el parche que le tapaba el ojo.
Estaba condenado y lo sabia,cogió otra botella de whisky de la mesa y se metió de nuevo en la cama.