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Maya Rodale (Los hermanos Kensington)

1. Gemelos y rivales


Emilia Highhart, una americana recién llegada, está en boca de todo Londres. Posee belleza, encanto, inteligencia y cierto exotismo. Desafortunadamente, la gracia no es una de sus virtudes. Escaleras, puertas e incluso los suelos resulta ser sus enemigos, dejando con frecuencia postrada a Emilia y mortificada en medio de un montón de muselina. Con todo, su carné de baile no tarda en llenarse en su primera salida con los nombres de los hombres más convenientes. Pero Emilia sólo tiene ojos para uno hombre... aquel que le señala su tía como el inadecuado lord Phillips...
En realidad, no se trata del auténtico lord Phillips. Mientras que el verdadero Phillip, se dedica a derrochar los fondos de la familia, su gemelo, Devon, el «recambio», debe asistir a actos sociales actuando como lord Phillips... todo por unos malditos minutos de diferencia. Ambos hombres no tardarán en iniciar una competición por Emilia. Y bajo la vigilancia, no tan estrecha, de lady Palmerston, tía y carabina de la joven dama, Emilia es cortejada en secreto por dos hombres diferentes con el mismo rostro. Pero sólo uno de ellos es el amor de su vida...
«Un debut sexy e ingenioso... Es tan imposible de dejar como una copa de buen champán: sexy, ingenioso y destinado a embriagar.»

2. El ángel y el canalla


Phillip Kensington, marqués Huntley, fue disparado y dado por muerto antes de ser descubierto y llevado a una abadía cercana para recuperarse. Había sido un borracho, una desgracia, y la ruina de más de una mujer decente. Pero no tarda en verse reformado, y enamorándose de una mujer a la que no puede tener.
Angela Sullivan planeaba dedicar su vida a un hombre celestial e inmortal. En cambio, se ve cuidando de un diabólicamente apuesto granuja, que tienta sentimientos que creía haber dominado hacía largo tiempo. Odia sus célebres pecados, pero nunca contó con enamorarse profundamente del pecador.
Sus pasados no tardan en alcanzarlos, y una segunda oportunidad en el amor parece mucho esperar. Ahí es cuando interviene lady Palmerston, una pariente lejana de Angela, con su propio y negligente modo de conducirse como carabina y de asegurarse un final feliz para las dos personas que la sociedad espera ver casadas.