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Kathleen Woodiwiss

Por siempre en tus brazos


La joven condesa Sinnovea Altinai Zenkovna viaja a Moscú para ponerse bajo la tutela de la princesa Anna y el príncipe Alexéi, su marido. Estamos en 1620, en pleno verano. Tras la muerte de los padres de la condesa, el zar decidió que sería mejor para una joven soltera de su edad el estar en la corte, donde sin duda sería más fácil encontrarle un marido adecuado. El calor es horrible, los caminos son desastrosos y a la incomodidad del viaje, Sinnovea debe sumarle la desagradable compañía del clérigo Iván, hombre mezquino en quien la princesa Anna confía ciegamente y que la acompaña como tutor.
Sinnovea sabe que las cosas no van a ser tan fáciles como cuando sus padres vivían. Su educación en el extranjero y su conocimiento de los usos en las cortes de otros países, serán sin duda un escollo que deberá superar en la provinciana corte moscovita. De pronto, en pleno viaje, por sorpresa, unos ladrones asaltan a la comitiva sin dar tiempo a que los soldados reaccionen. Sinnovea ve en peligro su honor y su vida hasta que, cuando ya creía cerca el final, aparece el coronel Tyrone Bosworth, militar inglés al servicio del zar, quien consigue rescatarla
Desde ese mismo instante, entre ellos nace algo muy especial. Pero ambos deberán demostrar una gran fortaleza para superar todas las trampas que la vida les deparará. Por una parte, el libertino príncipe Alexéi perseguirá sin descanso a Sinnovea; por otra, el sórdido Iván confabulará para desprestigiarlos a ambos.