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Herman Melville

Moby Dick 


«¡ Por allí resopla!» es el grito que lanzan los vigías de los Balleneros cuando avistan el surtidor que anuncia la cercanía de una ballena.
Y es el grito que añora el vigía del Pequoa acata de lanzar al viento. Pero no es una tallena cualquiera la que se acerca al Barco, es Moby Dick, la gran ballena blanca que el capitán del ballenero, Abab, lleva persiguiendo varios años .
El sabe que es real, aunque para muchos no sea más que una leyenda, y no sólo porque la baya visto, sino por esa pierna ausente que se la recuerda cada vez que intenta caminar.
Con esa clase de obsesión y perseverancia que sólo posee la locura , ha decidido dedicar su vida a acabar con la ballena, aunque para ello tenga que sacrificar a todos los miembros de su tripulación.
Para el capitán Anab, la ballena ya no es simplemente una ballena  sino la encarnación del mal.
Pero ¿ no es acaso la venganza una derivación del mal?
Moby Dick es, a juicio de una gran mayoría de críticos y de mucnos grandes escritores, la mayor obra que ba dado jamás la narrativa norteamericana .