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Anne Stuart

Socios en el delito


Mientras Jane Dexter luchaba por impedir que una fórmula secreta cayera en malas manos, su contratado cómplice demostraba ser un inútil hasta para las más simples fechorías. 
Convencido de que una mujer gloriosamente sensual se ocultaba bajo el aspecto anodino y el serio carácter de Jane. Sandy Caldicott perdió todo su interés en las actividades ilegales y se dedicó en cuerpo y alma a intentar reformar a Jane. 
Mientras Jane estaba allanando moradas con Sandy en Princeton, New Jersey, la horrible verdad penetró en su confuso cerebro. Tal como se estaban desarrollando las cosas, estaba condenada a acabar en los brazos de la ley… o en los de un peligroso delincuente sin ley.