Eva Winners (Reyes multimillonarios)

1. Contrato

La primera vez que conocí a Alessio Russo tenía dieciocho años. Había irrumpido en mi habitación. Yo grité. Él gritó. Discutimos.
Le cerré la puerta en las narices al imbécil. Luego descubrí que el idiota era el hermano mayor de mi mejor amiga... que tenía conexiones con Cassio King y la mafia. ¡La maldita mafia!
La segunda vez que lo vi fue en el funeral de su madre. No pareció reconocerme. O eso pensé, hasta que acabamos enredados entre las sábanas y me describió nuestro primer encuentro.
La siguiente vez que nos vimos fue en el funeral de su padre, el funeral del mismo hombre que me había amenazado de muerte.
Resultó que Alessio Russo era un caballero incluso cuando era un salvaje. Discutimos. Nos besamos. Peleamos. Hicimos el amor.
Me emocionaba y al mismo tiempo me asustaba. Aun así, poco a poco comenzamos a acercarnos, pero antes de tener la oportunidad de sincerarme con él, debí abandonar el país.
Entonces se desató el infierno.

2. Chantaje


Mi aventura de una noche. Un desgraciado despiadado. Un multimillonario sin corazón.
El hombre que gobernó su imperio con una cabeza fría y un corazón aún más frío. Y lo más importante, el padre de mi hijo. Excepto que, él no sabía de ese pequeño dato. Para los medios, Byron Ashford es un rey multimillonario. Para mí, es un recordatorio de la noche más ardiente y prohibida de mi vida. Y mi mayor error.
No lo había visto en años y esperaba que nunca nos cruzáramos de nuevo.
Pero entonces, mis planes mejor trazados siempre parecían descarriarse. Ahora, necesito su ayuda para sacarme de problemas. Es un multimillonario y solo soy una cirujana en la ruina y llena de deudas.
En contra de mi buen juicio, lo busqué. Debería haber sido fácil, entrar y salir. Excepto que, nada con Byron Ashford es fácil. Se niega a dar favores gratis. ¿Y el precio por su ayuda?
Mi libertad. Literalmente.
Quiere encadenarme a él con un matrimonio que no quiero y luego tirar la llave.
Sus demandas son escandalosas. Sus reglas son peligrosas para mi corazón.
Se suponía que iba a ser un acuerdo beneficioso para ambas partes, no obstante, nada con Byron es tan simple. Una vez que desliza el anillo en mi dedo, las reglas cambian.
Sus exigencias aumentan. No solo quiere poseer mi cuerpo. También quiere mi corazón y mi alma. Sin embargo, ya no soy esa mujer joven e ingenua.
Lástima que este multimillonario haya olvidado una cosa. Nadie puede ser dueño de tu corazón a menos que se lo des libremente.
Y esta vez, no estoy cegada por su sonrisa y menos aún por sus mentiras.

3. Secretos


Winston Ashford, no es exactamente el Príncipe Encantador.
Arrogante.
Desgraciado.
Hermoso.
Lo había confundido con un diez cuando resultó ser un menos cinco. Era tan hermoso, pero dañado sin remedio. No había alguna cantidad de comprensión ni amor que pudiera salvar a un hombre que no quería ser salvado. Así que, después de una noche juntos, me alejé de su lado con gusto.
Hasta que todo se fue en picada.
Mi padre había muerto. Mi hermana necesitaba ayuda, y era hora de que me comportara como una hermana mayor responsable, una con un plan.
Desafortunadamente, mi plan era un poco... defectuoso.
Cuando me atraparon con las manos en la masa robando a mi menos que maravillosa aventura de una noche, Winston Ashford se empeñó en doblegarme a su voluntad.
Resultó ser tan despiadado como guapo, y tan cruel como tierno.
Obligada a un acuerdo no deseado con el arrogante imbécil, uno de esos de los que requerían anillos matrimoniales, mi apellido se convirtió en el suyo. Me convertí en su renuente, aunque afortunadamente, esposa secreta. Por desgracia, él se convirtió en el hombre que, sin saberlo, sostenía todas las cartas. Al menos tomamos caminos separados, aunque legalmente seguíamos unidos.
Seis solitarios años después, nuestros caminos volvieron a cruzarse.
Seguía habiendo una oscuridad en su interior que me daba miedo hasta lo más profundo de mi ser.
Decía que quería un matrimonio de verdad. Que era un hombre cambiado. Sin embargo, en el fondo, seguía siendo el mismo. Dañado. Luchando contra cicatrices invisibles y hábitos difíciles de romper.
Me salvó una vez. Era hora de que yo lo salvara.
Pero ¿qué pasaría cuando yo no fuera suficiente?

4. Reinado


Kingston Ashford. Un enigma. The Ghost. El fantasma.
Sus habilidades son incomparables. Sus motivos claros. Su letalidad incuestionable. Su único propósito es destruir al reino que le ha robado algo más que su inocencia.
Hasta que se cruza con un fantasma de su pasado y se ve arrastrado hacia la telaraña de esa mujer.
Liana Volkov.
Una princesa de hielo con planes mortales.
Una asesina inestable con rostro de ángel.
Algo grande está sucediendo en las entrañas del bajo mundo. Las realidades se hacen añicos. Se ha desatado un juego mortal, desgarrando el reino desde el vientre de la bestia. Pero eso es solo la punta del iceberg.
La línea entre enemigos y aliados es borrosa. Misterios se revelan. Pasados chocan. Los deseos consumen. Nada es lo que parece.