1. Kylian Ashthorne: El príncipe de hielo
¿Y si el hombre destinado a salvar un reino fuera el mismo que juró destruirlo?
Kylian Ashthorne lo tiene todo: una brillante carrera como cirujano en Manhattan, un ático con vistas a Central Park y la libertad por la que siempre luchó. Pero la repentina muerte de su padre, el Rey, amenaza con arrebatárselo todo. Ahora debe regresar a un reino que detesta y aceptar una corona que nunca deseó.
Lady Charlotte Sinclair lleva años protegiendo la imagen de la monarquía desde las sombras. Puede manejar cualquier crisis... excepto la que provoca el regreso del hombre que protagonizó sus fantasías del instituto. El mismo que ahora la mira como si fuera su peor pesadilla.
Tienen seis meses para convertir al príncipe más odiado de Europa en un rey que su pueblo pueda amar. Pero cuando las paredes del palacio comienzan a susurrar secretos del pasado y la química entre ellos amenaza con provocar un escándalo, Charlie descubrirá que enamorar a un príncipe de hielo puede ser tan peligroso como perder una corona.
Una historia ardiente donde el deber y el deseo luchan por una corona... y un corazón.
2. Tristan Ashthorne: El príncipe dorado
¿Qué sucede cuando el príncipe perfecto se enamora de la mujer que podría destruir su reino?
Tristan Hawthorne nació para ser rey. Como heredero en funciones, tiene seis meses para demostrar que puede mantener unida la monarquía mientras su hermano mayor abdica. Lo que no esperaba era que Aurora Wright , la influencer más crítica con la corona, se convirtiera en su mayor debilidad.
Rory tiene tres millones de seguidores y una misión descubrir la verdad tras la muerte de su padre y exponer los privilegios de una monarquía obsoleta. Pero cuando una serie de encuentros fortuitos con el príncipe Tristan revela al hombre detrás de la corona, sus convicciones comienzan a tambalearse.
Entre tradiciones centenarias y redes sociales, protocolo real y directos de Instagram, Tristan y Rory descubrirán que a veces el amor más verdadero es el más prohibido. Porque cuando el deber y el corazón colisionan, hasta el príncipe más perfecto puede convertirse en rebelde.