Scottish medieval

1. El guerrero y la rosa


Lady Juliana MacDougall reza para que sus seres queridos sobrevivan en la batalla contra Robert Bruce… pero la batalla llega a ella cuando sus tierras son atacadas por un grupo de highlanders, entre los que se encuentra un hombre que lleva los colores del peor enemigo de su clan.
Tomada como rehén por Alasdair Og, Juliana rápidamente aprende que él es un amante tan excepcional como un guerrero despiadado.
Pero, ¿cómo puede llegar a amar a Alasdair cuando él es su peor enemigo?


2. Engaño y seducción


Cuando la seducción se transforma en traición…
Dominic Paget, conde de Bedford, haría cualquier cosa por seguir espiando a los enemigos de Gran Bretaña. Gravemente herido, quedó al cuidado de una hermosa joven, Julianne Greystone, pero descubrió que ella simpatizaba con el enemigo. Aun así no pudo evitar seducir a la mujer que le había salvado la vida con la esperanza de que ella nunca supiera de su traición.
Y la traición se vuelve amor…
Julianne quedó cautivada por el desconocido herido al que creía un héroe revolucionario. Hasta que descubrió la verdad… Su héroe era el privilegiado conde de Bedford. Devastada y decidida a olvidarse de él, Julianne viajó a Londres. Pero cuando se vio en peligro, fue Bedford quien acudió en su ayuda. Julianne debía manejar las intrigas de una ciudad peligrosa, los anhelos salvajes de su propio corazón y la explosión de su pasión…


3. Una rosa en la batalla


Alana le Latimer era hija bastarda de un noble y, por esa causa, su poderosa familia, los Comyn, la  había olvidado y abandonado. Su abuela la había criado en soledad, y siempre habían vivido a cierta distancia de la guerra de Escocia. Sin embargo, cuando la batalla se acercó a su hogar y se vio obligada a salvar de la muerte a un guerrero enemigo, su vida empezó a correr peligro.
Iain de Islay le había jurado lealtad a Robert Bruce. Una bella mujer lo rescató de la muerte y le arrebató el corazón. Sin embargo, aunque comenzaran un idilio apasionado y prohibido, Alana debía ocultarle su identidad.
Cuando el ejército de Bruce comenzó la destrucción final del condado, Alana tuvo que decidir entre la familia que siempre la había rechazado y el hombre a quien amaba sin poder evitarlo.