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Alexandra Martin Fynn (McLeod)

1. De Inglaterra a Virginia 


Anne McLeod, hija de un barón inglés, ha heredado unas vastas tierras en la lejana Virginia. Debido a una decepción amorosa la joven emprende la mayor aventura de su vida: un viaje cruzando el Atlántico para hacerse cargo del magnífico rancho «Eaglethorne».
La propiedad ocasiona numerosos problemas a su nueva dueña, incluido un misterio que rodea a su poco fiable administrador.
En su nuevo hogar, Anne conocerá a Harrison Bradley, un orgulloso vaquero de quien sin poder remediarlo se enamorará perdidamente.

2. Pintar en las sombras


La condesa Lobelia Hart está horrorizada: su sobrina Joanna, escudándose tras un nombre masculino, ha solicitado ser miembro del Círculo de Caballeros dedicados a las Artes. El padre de la joven, Lord Maximilian McLeod, le ha confiado a Lobelia la tarea de encontrar un marido para su hija, pero la muchacha no le facilita la misión a su tía.
En casa de los Hart, Joanna sueña con convertirse en una pintora profesional y recorrer el mundo. Desafortunadamente, para una joven de alta sociedad de fines del siglo XVIII ese destino resulta tan imposible como tocar el sol. 
Desgarrada entre las ansias de dedicar su vida al arte y la obligación de honrar a su familia, Joanna vive una doble vida: de día se comporta de acuerdo a los estrictos parámetros sociales que le impone su tía y de noche se entrega a su pasión por la pintura. 
Mientras tanto, en el barrio más elegante de Londres, el Duque de Cunningstone, un solterón empedernido y reconocido mujeriego, acaba de adquirir el cuadro más excepcional de su vasta colección. Enciende aún más su interés que el autor se niegue a revelar su identidad, motivándolo a hacer lo imposible para desenmascarar al escurridizo artista. Él no sospecha que el pintor es, en realidad, una joven dama.

3. Las brumas de la memoria


La joven despierta abruptamente. Un dolor agudo martiriza su cabeza y apenas puede abrir los ojos para ver que sus ropas están sucias y desgarradas. Aterrada y confusa, no sabe dónde se encuentra y es incapaz de recordar quién es y qué le ha sucedido. La tenue luz que proviene de un rescoldo apenas le permite reconocer el interior de lo que parece una carpa militar. En un improvisado jergón, a poca distancia de ella, duerme un hombre cuyo rostro sombrío muestra una profunda cicatriz que atraviesa su mejilla. A juzgar por su uniforme, se trata de un soldado.
Pronto la muchacha descubrirá que se encuentra bajo la protección del capitán Maximilian McLeod quien, tras hallarla inconsciente durante un reconocimiento nocturno, y para protegerla de los desmanes de una zona de guerra, la oculta en su tienda de campaña, rompiendo todas las reglas de la milicia y poniendo en juego su propio prestigio.
A pocos kilómetros de allí, Oliver Moore, un aristócrata venido a menos, explota de ira pues la mujer que pone en riesgo su futuro económico acaba de escapársele entre los dedos. Ahora deberá redoblar sus esfuerzos por encontrar a la fugitiva y acabar con su vida.
Sin saber absolutamente nada sobre su pasado y los peligros que la acechan, la joven y el capitán McLeod deberán atravesar los desafíos que les impone una realidad cruda, signada por la guerra y por la incertidumbre sobre el futuro de ambos.