1. El beso del dragón
Bear estaba aburrido.
Durante tres días, él y Lynx había estado patrullando el bosque a las afueras de las tierras de la tribu Carwin. Madre Rose les había enviado para encontrar a quien o lo que había estado surgiendo desde el bosque en la noche para robar comida de las granjas periféricas. Hasta el momento, no habían visto nada más siniestro que un animal de mismo nombre que Bear, y un patético espécimen de animal con hambre. La emoción de entrar en este bosque por primera vez en su vida había desaparecido rápidamente, y ahora Bear estaba inquieto con el aburrimiento.
Apoyó en el árbol de roble la espalda y estiró las piernas frente a él. La luna llena se asomó por el laberinto de ramas de arriba, salpicando el suelo del bosque con un patrón siempre cambiante de color blanco brillante. Una brisa suspiraba por entre las hojas, trayendo consigo el aroma de la tierra, la madreselva y el agua corriente.
