Harley Madison (Sugar life)

1. Sugar baby

Cuatro Daddy Doms. Tres horas. Diez mil dólares. ¿Quién no diría que sí?
No los voy a aburrir con mi trágica historia, porque al diablo con eso. Me dejé la piel por las becas que tengo y el primer día del resto de mi vida está a solo cuatro días. ¿Mi meta? Graduarme de la universidad, obtener mi título de contador público y convertirme en contador. Sé que hay algunos pasos más, pero ese es mi camino porque esa mierda es estable y me generará un salario digno más que generoso.
En comparación con ahora mismo, cuando tengo menos de diez dólares en mi cuenta y mi tarjeta de comida no se activa hasta dentro de dos días, aparece mi compañera de piso con sus bolsos de diseñador y su peinado recién hecho. Me presenta una aplicación que me ayudará a dejar de ser la típica estudiante universitaria sin blanca.
Vida de azúcar.
¿Salir a cenar con unos viejos por un par de cientos de dólares? ¡Claro que sí!
Pero luego veo su invitación a una cita.
Cuatro papás buscan una niña para compartir por la noche.
Su lista de requisitos para el dormitorio me hace apretar mis muslos y presionar con el pulgar el botón de aceptar antes de que mi cerebro pueda ponerse al día.
¿Y lo mejor? Están dispuestos a pagarme más dinero del que jamás he recibido por unas horas entre mis piernas.
He hecho cosas mucho peores por menos.
Y nunca vi un centavo de ese efectivo.
Cuanto más charlamos, más me involucro. Necesito recordarme que son solo unas horas. Una noche. No es para siempre.
No querrán retenerme.
Nadie jamás quiere retenerme

2. Chica buena 


Cuatro papis. Un fin de semana de placer y dolor. Veinte mil dólares.
Anoche me hicieron vibrar.
Ahora quieren tenerme solo un fin de semana.
Cuando recibí la invitación privada con las dos cajas de regalo rojas, casi me desmayo. ¿Veinte mil dólares, además de los diez mil que ya llevo ganados?
No tendría que trabajar toda mi carrera universitaria. Podría concentrarme en estudiar y tal vez incluso graduarme antes de tiempo. Mi futuro podría llegar antes de lo que jamás imaginé.
Así que rechazar su oferta sería una estupidez, ¿verdad? ¿Qué más da que me usen a su antojo durante dos días más? ¿Dejar que me despojen de mi dignidad hasta convertirme en una niña suplicante a sus pies?
Un fin de semana más. Eso es todo lo que cubre su nuevo contrato.
Luego, terminarán conmigo.
No importa que quiera que me tengan para siempre.
No, lo único que importa es que estaré lista para concentrarme en mi futuro después de este fin de semana.
Nunca más tendré que depender de nadie para que me mantenga.
Nunca más tendré que usar la app SugarLife.
Nunca tendré que volver a verlos.
Y eso es justo lo que quiero.