Natalie Bennett (Mentiras bonitas, verdades feas)

1. Dulces venenos

Rhett Sullivan, un chico misterioso pintado en tonos rojos.
Nova Markov, una chica excéntrica que goteaba bajo el sol.
Era del tipo del que las madres advertían a sus hijas pequeñas: un imbécil engreído y rico con una bonita sonrisa, descaradamente loco y salvaje.
Yo era del tipo que los tipos como él solían ignorar: un espíritu libre que ocultaba su locura bajo una extraña fachada de buena chica y el arte que colgaba en las paredes de mi estudio.
Éramos opuestos en todo menos en uno, y chocamos como dos trenes desbocados que nunca tuvieron la oportunidad de detenerse.
Lo que floreció entre nosotros, nuestra "relación", fue maníaco. Nos quedamos atrapados en un ciclo de locura.
Rhett Sullivan se convirtió en un veneno agridulce del que no podía tener suficiente.
Al final, eso fue lo que me destruyó.
¿Por qué al final?
Nuestro amor no era más que una mentira.

2. Remedios para enfermos


Obsesión. Desamor. Confusión. Así comienza esta historia. Una fijación enfermiza... Una tentación perversa... Fachadas agrietadas exponen lentamente todo lo que le ocultamos al otro. Todas las bonitas mentiras se transforman en horribles verdades. ¿Rhett Sullivan? No existe. ¿Nova Markov? Está muerta.