Katee Robert (Dark Olympus)

1. Dioses de neón

El mito de Hades y Perséfone nunca había sido tan sexy. 
Perséfone es una de las jóvenes más bellas y populares de la élite de Olimpo. Su sueño y su plan es alejarse del nido de víboras que es la política de Olimpo y huir para siempre. Pero su plan fracasa cuando su madre la sorprende en una fiesta anunciando públicamente su compromiso con Zeus, el peligroso líder de la gran ciudad.
Decidida a no conformarse con el destino que se cierne sobre ella, Perséfone se escapa de la fiesta y huye hasta la Infraciudad, donde busca la protección de Hades, con quien consigue hacer un pacto.
Hades ha pasado toda su vida en las sombras. La propuesta
de Perséfone de tomar parte en una jugosa y ansiada venganza
contra Zeus será excusa suficiente para salir de ellas.
Ese pacto pondrá a prueba sus límites y los sumergirá en un juego de seducción y peligro en el que ambos deberán arriesgar todo lo que tienen. Incluso sus sentimientos.
 

2. Dioses eléctricos


El mito de Eros y Psique nunca había sido tan sexy. Una nueva e irresistible historia de la autora de Dioses de neón.
Eros es conocido en Olimpo por su belleza arrebatadora, pero también por no tener miramientos a la hora de derramar sangre. Sin embargo, cuando conozca a Psique descubrirá que quizá no es solamente el despiadado esbirro de su madre, Afrodita, sino que estará dispuesto a desafiar el orden establecido por poner a salvo a una chica a la que apenas conoce.
Psique es la más prudente, astuta y discreta de las populares hermanas Dimitriou. Cuando se vea envuelta en una de las tramas de poder de su madre, Deméter, y enfrentada a Afrodita, deberá tomar una de las decisiones más arriesgadas que uno puede tomar en Olimpo: casarse.
Aunque fingir amor les resultará complicado, pronto descubrirán que quizá lo difícil es mantener la cabeza fría y no dejarse llevar por la atracción física que tratan de disimular y que es innegable que sienten el uno por el otro.

3. Dioses indomables 


El rostro que lanzó mil naves al mar, la belleza más feroz del Olimpo.
Aquiles es consciente de que en Olimpo o tienes el poder de gobernar o la obligación de obedecer. Él, que ha nacido sin nada, lo sabe bien y es por eso que cuando era niño juró que se abriría camino hasta el círculo íntimo de este nido de víboras llamado Olimpo. Ahora la oportunidad se presenta y Aquiles y Patroclo, su pareja, competirán en un torneo para conseguir el poder de la ciudad y la mano de Helena.
Helena tiene una única opción para no ser un simple premio: entrar en el torneo e intentar ganar su propia mano en matrimonio. Por desgracia, hay quienes prefieren verla muerta antes que gobernando la ciudad. Las únicas personas en las que puede confiar son Aquiles y Patroclo.
¿Podrá Helena realmente fiarse de sus intenciones cuando los tres sienten una atracción irrefrenable? 
El rostro que lanzó mil naves al mar, la belleza más salvaje en el corazón del Olimpo.

4. Dioses ardientes


El mito de Apolo y Casandra nunca había sido tan sexy. Un fenómeno en TikTok, por una autora con más de dos millones de libros vendidos. Best-seller instantáneo en The New York Times y USA Today
Cuando su familia cayó en desgracia,
Casandra aprendió en carne propia lo peligroso que es confiar en uno de los Trece: hombres y mujeres tan poderosos como despiadados que tejen una red de intrigas y mentiras con la que mantienen el Olimpo bajo su yugo.
Por eso, cuando Zeus le propone hacerse pasar por la nueva amante del irresistible
Apolo y acompañarlo a una fiesta que durará una semana entera, organizada por un hombre tan influyente como brutal, Casandra sabe que lo más sensato sería negarse. Pero Zeus le promete algo a cambio: la oportunidad de escapar de Olimpo de una vez por todas. Su única posibilidad de negociar su libertad y la de su hermana.
Así que acepta, sin imaginar lo que está a punto de suceder. Porque incluso tras los destellos dorados de los palacios más lujosos, se esconden sombras y secretos oscuros...
Mientras la pasión entre Casandra y Apolo se vuelve imposible de ignorar, una nueva amenaza se cierne sobre el corazón de la ciudad.