Catherine Mann (Sangre azul)

2. Treinta días de romance


Sería suya durante los siguientes treinta días con sus treinta noches...
La intrépida reportera Kate Harper pretendía infiltrarse en la familia real entrando por el dormitorio del príncipe Duarte Medina. Pero Duarte había pillado a la reportera con las manos en la masa… y pensaba aprovecharse de ello.
Si Kate Harper quería su artículo tendría que aceptar sus condiciones: convertirse en su prometida. Sería un acuerdo temporal para tranquilizar al padre de Duarte, pues de ningún modo el hijo mediano de los Medina pensaba dejar de ser soltero.

3. Un amor impulsivo


¿Surgiría el amor a pesar del deber y el honor?
¡Era imposible que él fuese el padre! Carlos Medina sabía que no podía tener hijos, pero Lilah Anderson insistía en decir que la noche que pasaron juntos había dado como resultado un embarazo. Y cuando ella se negó a echarse atrás, su honor de príncipe le exigió que reconociese a su heredero.
Cirujano, príncipe… a Lilah le daba igual el pedigrí de Carlos. Ella nunca había engañado a su amante, le había entregado su corazón sin pedir nada a cambio y Carlos quería casarse con ella sólo por su hijo. ¿Era demasiado pedir que le entregase también su amor?