1. Preludio de un escándalo
Habiendo sido criada en las selvas de Sudáfrica, ayudando a su padre en sus estudios sobre la cópula de mamíferos, Lady Justine Fedora Palmer regresa nuevamente a Londres para realizar su presentación en sociedad… sólo para rápidamente descubrir que los animales son mucho más civilizados que los hombres que la rodean.
Cuando las investigaciones de su padre se hacen públicas, probando que la sodomía es natural en el reino animal, todo Londres se muestra ultrajadamente indignado por esos razonamientos, incluido su Real Majestad. Su padre es encarcelado y castigado a pagar una exagerada sanción que simplemente no pueden costear.
Lady Justine está más que dispuesta a limpiar su buen nombre y asegurarse un lugar entre la alta sociedad de Londres, hambrienta de chismes y maledicencias, para intentar darle la libertad a su padre desde esa posición. Sólo hay una persona en la que sabe que puede confiar: el patrón de su padre, Radcliff Edwin Morton, el cuarto Duque de Bradford. Un gallardo y apuesto libertino, sí… pero al que ella apasionadamente adora por su bondad incondicional, su ingenio, su humor y la voluntad de apoyar los estudios de su padre aún cuando todos se habían reído de sus ideas.
Pero para su asombro, el Duque de Bradford no es el mismo hombre que ella conoció. Tras su nuevo y desfigurado rostro se esconde un escándalo que está a punto de probar la fuerza y voluntad de ambos.
2. Hubo una vez un escándalo
Ella estaba a punto de enamorarse de él... otra vez
Lady Victoria Jane Emerson dejó atrás sus ideales infantiles acerca del romance cuando Jonathan la abandonó sin mirar atrás. Finalmente, ahora ha llegado el momento en que debe elegir un marido, y ha jurado casarse con alguien que nunca le romperá el corazón.
Jonathan Pierce Thatcher, vizconde Remington, ha vuelto a casa libre de todas las deudas de su familia. Sólo para descubrir que por algún milagro ha sido elegido para competir por la mano de su amada Victoria. Pero convencer a su único amor de creer de nuevo en la magia del amor y en la promesa del deseo será su mayor desafío. Y uno que no puede fallar porque en ese caso la perderá para siempre.
3. El escándalo perfecto
Si había algo que Tristan Adam Hargrove, cuarto marqués de Moreland, había aprendido a evitar, era el escándalo. Porque el apuesto marqués no solo era un caballero honorable incapaz de seducir a una mujer en provecho propio. También era el autor de Cómo evitar un escándalo, el célebre libro rojo que se había extendido como un incendio entre la aristocracia londinense.
Cuando una belleza de negra melena llegó a su vecindario, Tristan comprendió que no debía sucumbir al deseo. Sabía muy poco de aquella mujer: solo que era de noble cuna, que se hallaba bajo la protección de la Corona y que era, por tanto, completamente inadecuada para las bajas pasiones a las que él se entregaba en secreto. Si no hubiera visto su vulnerable belleza una noche aciaga... Si sus labios no fueran tan arrebatadoramente rojos... Si no fuera ya demasiado tarde para salvarla a ella, y a sí mismo, de la pasión irrefrenable que estaba a punto de desatarse en nombre del amor... hubiera podido evitar el escándalo.