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Luxie Ryder (Vaqueros de medianoche)

 1. Rodeo de medianoche


Cuando el rodeo llega a la ciudad, el único interés de la dueña del bar, Talia, es el dinero extra que obtendrá, con el aumento de las ventas . Lo que ella aun no sabe es que el rubio y sexy Reb, y el moreno y misterioso Cody, le harán cuestionarse todo lo que creía saber hasta ahora sobre los hombres, el sexo y sus propios deseos.
Ellos no sólo son amigos de toda la vida, además, también parecen tener el mismo gusto en mujeres.
Cada uno de ellos le envía señales claras y persistentes de que la desean, al igual que son plenamente conscientes del interés de su amigo. Incapaz de resistirse a la tentación de tener su propio rodeo privado, ella sucumbe a la sobrecogedora seducción de los vaqueros. La relación se intensifica, provocando una rivalidad entre los amigos, que fuerza a Talia a tener que escoger entre ellos. Cuando el Rodeo deje la ciudad nuevamente, ¿Tendrá Talia solo calientes recuerdos… o le dará al vaquero de sus sueños su propio Rodeo de Medianoche?

2. Dos vaqueros para Christie


Cuando Christie vuelve al hogar de su infancia para una visita no se imagina, que sus fantasías de la adolescencia están a punto de convertirse en realidad.
Una vez, había sido inseparable de los dos chicos del rancho vecino, pero Garrett y Connor ya son adultos, y los juegos que quieren jugar ahora, no son para niños. Cuando los dos hombres le hacen una oferta para retomar lo que dejaron en la adolescencia, en una noche de borrachera en el granero, Christie descubre que se siente tentada.
Pero, ¿quién no lo estaría con dos musculosos vaqueros de ojos azules, que se ofrecen para hacer realidad todas tus fantasías?
Christie reacciona como ellos esperan, estando juntos en una ardiente y húmeda noche, que la deja con una difícil decisión a tomar. ¿Debería dejar que la sociedad y su propio sentido de lo que es correcto e incorrecto, la mantengan alejada de los dos hombres que nunca ha dejado de amar y del lugar que es su destino?

 3. Tres para el rodeo


Sadie quiere ser igual a los chicos. Anhela unirse a ellos en la arena del rodeo, montar los Broncos y derribar los novillos. Sin embargo, sus amigos, Kyle y Gabe, tienen fuertes objeciones. Incapaz de comprender por qué se niegan a ayudarla, la frustración de Sadie llega a su límite, resultando en una noche salvaje en el bar, que los obliga a todos a reconsiderar sus relaciones con los otros.
Avergonzada por su comportamiento, Sadie se sorprende al enterarse que, en lugar de arruinar la amistad, simplemente ha vuelto a encender el interés sexual que los chicos han tenido en ella desde el día que llegó a Hurley.
Aprender a montar un toro es la última cosa en su mente, al tener sus manos llenas con dos sexis vaqueros . Está decidida a no dejar que su relación retorne a un estado platónico.
Una atrevida mujer. Dos rudos vaqueros. ¡Tres para el rodeo!