1. El despertar de una dama
Súbitamente viuda y desesperada por librarse de su ambicioso cuñado, Martha Russell concibe un escandaloso plan… para concebir.
Martha tiene veintiún años, ningún hijo y tras la muerte de su marido se ve obligada a abandonar la mansión donde residían juntos. El futuro heredero, hermano de su difunto esposo, es un crápula que en el pasado abusó sexualmente de doncellas. Justo entonces el abogado saca a relucir que la herencia no puede repartirse hasta que no se demuestre que no hay ningún heredero en camino. Decidida a evitar que la mansión caiga en manos de su cuñado, Martha concibe un plan: quedarse embarazada y hacer pasar a la criatura como heredero.
2. La rendición de un caballero
Lydia Slaughter entiende los juegos a los que juegan los hombres… tanto fuera como dentro de la alcoba. No teme amoldarse a las reglas para servir a sus necesidades, de modo que despluma a Will Blackshear en el acto. El héroe de Waterloo tenía sus propios planes para las mesas de juego de los clubes de caballeros de Londres. Pero ahora pone su parte en una apuesta de ingenio y deseo con Lydia, la avispada tentadora que le mantiene a distancia.
Lydia, una mujer mantenida, desesperada y en apuros, tiene una mente despierta y buena cabeza para las matemáticas. Juega a escondidas con la esperanza de ganar lo suficiente para reclamar su independencia. Una alianza con Will en las mesas podría resultar provechosa para ambos. Pero el acuerdo implica probabilidades inciertas con apuestas altas, endulzadas por la promesa tácita de los placeres de la carme. Y cualquier juego de manos podría lograr que apostaran sus corazones a algo que ninguno puede permitirse: el amor.