El fiscal acorralado
La novedad de esta novela está en que no aparece el abogado Perry Mason, tan conocido por sus espectaculares defensas ante el Tribunal, y, en cambio, nos presenta al enérgico Fiscal Douglas Selby, cuyas acusaciones y actuación en el Ministerio Fiscal es tan doctrinal, ingeniosa y sorprendente como las defensas de Perry Mason. Cuando en el transcurso de la causa, Douglas se ve acorralado por sus enemigos y todo parece demostrar la inocencia del culpable, es cuando lucha mejor y su actuación es magnífica. El lector descubre entonces que todas sus suposiciones fueron falsas y que no dio importancia a hechos insignificantes en apariencia, pero que, resultaron capitales para el descubrimiento del asesino.
El fiscal traza un circulo
Cuando A.B. Carr, un polémico abogado criminalista, decide situar su residencia en Madison, despierta las protestas de una serie de concienciados ciudadanos. El éxito de Carr defendiendo criminales no lo convierte en el vecino ideal de Madison. Pero no hay ninguna ley que prohíba que compre una casa, aún en la zona más exclusiva de la ciudad. Pronto, Carr y el fiscal Doug Selby, se verán enfrentados ante los tribunales por un caso de asesinato. Carr usará todas sus argucias de abogado de gran ciudad y Selby deberá aguzar el ingenio para conseguir demostrar la culpabilidad del acusado.
Impulso creador
La profesión de Lawrence B. Ives consistía en asesinar mujeres.
Por lo que respecta a Ives, se trataba de una ocupación razonablemente segura y altamente provechosa, de una profesión que le exigía un cierto trabajo de investigación, una fantasía desbordante, una personalidad simpática y muchas lecturas de periódicos.
Los leía con la máxima atención, concentrándose en los accidentes que tenían un desenlace fatal. Si el accidente ocurría, de forma similar, en cuatro ocasiones diferentes, era la hora de poner en ejecucción su plan.
El caso de la vela torcida
Un gran camión, propiedad de la Skinner Hills Karakul Company, que transportaba algunas ovejas «karakul», detuvo repentinamente su marcha. El conductor no hizo señal alguna. Un automóvil conducido por Arthur Bickler, embistió la parte trasera del camión y sufrió averías de bastante importancia. Así comienza un nuevo caso de este famoso abogado.
Bickler acude a Perry Mason para que, en su nombre, pida una indemnización a la compañía. Antes de poder iniciar los trámites, reciben una llamada ofreciéndoles mucho más dinero del que pensaban pedir. Esto, despierta el instinto de Mason y pone a Drake a investigar. Esta compañía esta comprando numerosas tierras para, en teoría, la cría de ovejas.
Perry Mason sospecha que hay algo más y decide entrevistarse con su representante, Fred Midfield. Mientras está en su casa, hablando con su esposa, el teniente Tragg del departamento de homicidios le comunica que su marido ha sido asesinado en un barco.
El caso se vuelve muy enredado, con pistas que llevan a diferentes direcciones (la posición del cuerpo, una vela torcida, el flujo de las mareas...) y que solo una mente tan brillante como Mason puede resolver.
El caso del gatíto imprudente
"Ojos de Ambar" es un gato juguetón que ha sido objeto de un intento de envenenamiento. Es un animalito imprudente que delata su presencia con fuertes maullidos cuando más falta hace que permanezca callado, y que mete las patitas en harina... Con lo cual contribuye decisivamente a esclarecer el "caso" que investigan el abogado Perry Mason y su secretaria Della Street, despertando la indignación y la envidia de los agentes de la policía.
El caso del reloj enterrado
Cuando las pruebas sobre el asesinato de un estafador apuntan a la esposa de la víctima, su padre decide llamar a Perry Mason para pedir ayuda. Es entonces cuando el águila legendaria jurídica tiene que desentrañar el misterio más desconcertante del caso: un reloj enterrado en la escena del crimen.
Pero cuando el tiempo escasea, el tic-tac del reloj suena cada vez más y más como el ruido de los esqueletos de la familia que todo el mundo quiere silenciar.
El caso del juguete mortífero
El interés por la custodia de un niño huérfano puede ser un hecho meritorio y caritativo, pero las cosas cambian cuando la codicia hace su entrada triunfal en el juego... cambian hasta el punto de provocar un asesinato.
Es ahora cuando la intervención de Perry Mason y su inseparable secretaria se hace indispensable: detalles mínimos, astucias jurídicas y legales, sagacidad y perseverancia urdirán una red mortífera e ineludible para el asesino.
El caso del secreto de la hijastra
Harlow Bissenger Bancroft está felizmente casado y es el jefe de un imperio corporativo. Sin embargo, ninguno de sus abogados puede ayudarle, cuando un chantajista amenaza el futuro de su familia. Su hijastra, Roseanna Andrews, tiene un secreto que quiere mantener oculto.
Después de ponerse en contacto con Perry Mason para pedir su ayuda, el chantajista es encontrado muerto.
El caso de la divorciada atrevida
Al despacho de Perry Mason lleva una bella mujer con unas grandes gafas de sol, que solicita hablar con el famoso abogado. Es la hora de la comida y la recepcionista le informa que no está y que puede esperarlo. Minutos después la mujer se levanta, y alegando regresar en cinco minutos se marcha. Cuando llega Perry y su secretaria Della observan que la bella desconocida se ha dejado olvidado un bolso.
En él se encuentran una considerable cantidad de dinero, documentación a nombre de Mrs Hasting y un revolver al que le faltan dos balas. Pero cuando se ponen en contacto con la señora Hasting esta niega haber ido a ver al abogado y alega que su bolso fue robado el día anterior… pero ¿quién ha disparado el revolver y contra quién?
El caso de los herederos asustados
Virginia Baxter, es la único testigo con vida que puede atestiguar sobre la autenticidad del testamento de Lauretta Trent quien ha sido envenenada. ¿Confuso? Solamente piense como el abogado de Virginia, Perry Mason, debe sentirse.