Annette Broadrick

A través de la mente


Algunos hombres envían flores, otros tarjetas. Pero era diferente. Él enviaba sus ¡pensamientos…! ¡Literalmente…!  por telepatía. Desde que era una niña, Chad la consoló, bromeó con ella, y a medida que crecía hacia la pubertad, se enamoró de ella. Todo podría ser perfecto…excepto que ella nunca lo había conocido.  Al menos no hasta que necesito de su ayuda. Y eso significaba que tendrían que encontrarse… cara a cara, corazón a corazón.  
¿Sería la silueta de ese alto y fuerte desconocido quien estaba recargado contra la puerta de la cabina realmente?
Entonces ¿por qué, en muchos aspectos, le resultaba tan inquietantemente familiar?