Mary Jo Putney (Custodios)

 1. El beso del destino


Gwynne pertenece al linaje de los Guardianes, familias poseedoras de poderes mágicos que velan desde hace siglos por la paz en Gran Bretaña. A pesar de eso aún no ha desarrollado ningún poder propio, y se contenta con su tranquila y apartada vida de bibliotecaria. Cuando entra en su vida Duncan McCrae, un poderoso Guardián escocés, se siente arrollada por su tremenda pasión y su fuerza desmedida. N o hace falta magia alguna para que ambos jóvenes se sientan irremediablemente atraídos el uno por el otro, pero Gwynne no desea atarse a alguien tan poderoso. Sin embargo, el Consejo de los Guardianes decide por ella: ha de acceder a ser la esposa de Duncan, puesto que las visiones anuncian que sólo ella podrá evitar que el escocés lleve a todo el país a una guerra catastrófica. La joven se ve obligada a aceptar un plan que la llevará a traicionar a su amor. Atrapada entre el deber y el corazón ¿Será capaz de hacerlo?

2. Magia robada


Desde que fue recogida en el bosque por Lord Drayton, Meg ha creído que era una chica corriente, poco agraciada y sin muchas luces. Su auténtica personalidad, su belleza, su inteligencia y sus extraordinarios poderes mágicos han sido ocultos a los ojos de todos mediante un hechizo de Drayton, decidido a usarla para sus propios e increíbles planes. Cuando el destino cruza su camino con el de Simon de Malmain, al que salva de una muerte cierta, Meg descubre que, como él, pertenece a la estirpe de los Guardianes, seres legendarios que luchan desde hace siglos por mantener la paz y el orden en Inglaterra. Juntos, Simon y Meg intentarán detener a Drayton, y mientras tanto descubrirán que incluso ellos son vulnerables a la magia más poderosa que existe: la pasión. Mary Jo Putney retoma los personajes de los Guardianes en esta deliciosa aventura que combina romance, aventura, magia e historia.

4. Hechizo de boda 


Abigail Barton, la hija de un mago, es la única persona que puede salvarle la vida a Jack Langdon, importante oficial del duque de Wellington, y para ello deber recurrir a sus dotes de hechicería. Pero a cambio, quiere la mano de Jack, quien accede a pesar de su profundo rechazo por las artes de los brujos y magos. A pesar de que él mismo tiene cierto talento para la magia, Jack ha sido educado para repudiar las artes ocultas.