Sandra Brown

Testigo


Kendall Deaton podía considerarse una mujer afortunada: gracias a su tesón y fuerza de voluntad había podido iniciar una prometedora carrera como abogada, además, había conquistado a Matt, un hombre rico y elegante y ya tenía un hijo. 
Pero aquel mismo carácter que le había permitido alcanzar el éxito personal y profesional podía ahora llevarla a la ruina. Había descubierto que, tanto su influyente suegro como su marido, estaban implicados en una serie de espantosos crímenes.