Eve Langlais (La princesa del infierno)

1. La hija de Lucifer


Hola, soy Muriel, la única oveja blanca en un mar de borregos negros, y para colmo soy virgen. Estoy determinada a esperar por el amor, pero mi papá, más conocido como Lucifer, simplemente quiere que deje de ser una vergüenza para él. Estoy esperando que el bombón que conocí en el bar resulte ser el indicado; con sólo mirarlo mis entrañas se derriten como malvaviscos sobre las brasas del infierno, pero es difícil confiar en alguien cuando parece que todo el mundo a quien me acerco, termina tratando de matarme.
No sólo estoy lidiando con un caso extremo de lujuria, sino que hay una nueva amenaza en el Infierno, una a la que mi papá se empeña en ignorar. Algo más fácil de decir que hacer, desde que pareciera que hacia donde miro, los demonios están intentado matarme. Pero me parece bien, porque una de las cosas que he aprendido siendo la princesa del infierno, es que a veces tengo que tomar al demonio por los cuernos y abofetearlo un poquito.
Una rebelión en el infierno, demonios asesinos y besos ardientes, ¿Podría mi vida ser más interesante.

2. Snowballs in hell 


Hola, soy Muriel, la hija ilegítima de Satanás, y una vez más, mi vida es un caos. El encapuchado que me torturó dejó una maldición en mi mente, una que me atemoriza. Es completamente inaceptable, pero para eliminarla, tengo que hacer algo aún peor: traicionar a mi amado trayendo a otro hombre a nuestra cama.
Como si tener que participar en un trío no fuera suficientemente traumático, el Infierno se ha congelado, y por mucho que me parezca que Hades se ve bonito con un manto blanco, las repercusiones son graves. Menos mal que esta princesa del Infierno tiene dos amantes decididos a recargar mi magia de formas placenteras.
Admito que no es fácil tener magia ninfómana, pero estoy dispuesta a aguantarla y tragarmela por el bien de salvar el mundo.

3. Hell's revenge


Voy a matar a mi madre, literalmente.
Decir que tengo problemas con mi madre es quedarse corto. La mujer que me abandonó tiene el descaro de volver a mi vida sin avisar y soltarme una bomba de proporciones atómicas. Intenté matarla para resolver mis problemas freudianos internos, pero mis malditos novios me lo impidieron. Aguafiestas.
Como si querer estrangular a mi madre biológica no fuera suficiente, una vez más, alguien se está metiendo en mi vida y un nuevo jugador interviene para salvarme. ¿Mencioné que mi caballero oscuro es alto, guapísimo y tiene colmillos? Pero no se lo digan a mis amantes porque, al parecer, no están dispuestos a compartirme con los no muertos.
El enfrentamiento final con la misteriosa figura, también conocida como el mayor dolor de cabeza, se acerca rápidamente. No me importa lo poderosos que sean. La cagaron a lo grande cuando me arrebataron algo preciado. Nunca es buena idea cabrear a esta princesa del infierno porque la venganza es mi segundo nombre.
Empujado hacia el enfrentamiento final, por suerte, tengo a alguien más que mi ángel caído y mi gatito a mi lado. Dark, Fanged y Delicious están decididos a unirse a mi grupo. Me enfrento a mi mayor desafío hasta ahora, pero tranquilos, con la ayuda de mi familia y mis amantes, el infierno se vengará.

4. Vacation hell


La gente normal colecciona conchas en la playa. Muriel no. Ella elige a un nuevo hombre. Un tritón...
Hacer malabarismos para un felices para siempre es más difícil de lo que parece, especialmente cuando involucra a un ángel caído que es mi alma gemela, un guapo cambiaformas gato, que me robó el corazón y un vampiro oscuro y delicioso que es como ese trozo de chocolate prohibido al que simplemente no puedes resistirte.
Añade a una niña precoz, que está totalmente malcriada (lo cual no es sorprendente dado que nana y poppa eran la Madre Tierra y el Diablo), y mi vida fue una serie interminable de dramas, pisotones, gritos y lágrimas. Por mí.
Nunca supe que ser adulta podría ser tanto trabajo, por eso decidí que necesitábamos unas vacaciones. Pero, por supuesto, siendo la hija de Lucifer, eso no resultó como esperaba. Ahora tengo que averiguar si mi bañera es lo suficientemente grande para un guapo tritón, ¿y hay espacio en mi corazón para uno más?