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Bailey Bradford (El vampiro para mi)

1. Mi vida sin ajo


Puede que dejar el ajo valga la pena  a cambio de algunas cosas en la vida. Fue simple curiosidad lo que llevó a Augustin al sitio de citas vampírico, pensó que debía ser una broma empezada por algún grupo de raritos. Hombre, tenía razón, pero lo que pasaba es que esos raritos eran vampiros en realidad, y cuando uno aparece en su casa, el mundo de Augustin queda patas arriba. Primero consigue un vampiro psicótico del que encargarse. Luego consigue uno con el que es más divertido pasar el rato. Excepto que ahora que Augustin sabía que los vampiros existían, no pueden dejarlo vivo. ¿O pueden? Cuando se ofrece una alternativa, a Augustin no le preocupa. Después de todo, no quiere ser llevado a alguna guarida de vampiros desagradables. Tony es el siguiente vampiro en la línea para ser el líder del aquelarre. Quiere ser un hombre justo, y eso significa discutir en contra de matar a Augustin. Si también se siente atraído por el hombre sarcástico y adorable, ¿qué tiene de malo? La atracción entre Augustin y Tony es innegable, pero negarlo es lo que ambos intentan hacer. Alguien tendrá que doblegarse o romperse