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Renee Bernard (The mistress)

1. El placer de una dama


A Merriam Everett siempre la han visto como una criatura tímida y dócil, pero por una noche, Merriam la ratoncita se convierte en una seductora que disfruta desenfrenadamente con el arrogante conde que una vez la menospreció, para después dejarle abrasado por la lujuria. Un buen plan ¡si no fuera porque Merriam ha seducido al granuja equivocado!
Drake Sotherton se marchó de Inglaterra por oscuras razones y ahora ha vuelto para vengarse de Julian Clay, el hombre que cree mató a su mujer. Convencido de que la belleza enmascarada que le sedujo es un títere de Julian, Drake, la sigue y le propone que sean amantes durante una temporada. Cada deseo libidinoso, cada anhelo secreto será explorado... y satisfecho.

2. El pacto de una dama


Cuando una inocente se hace cargo de un burdel, ¿puede tardar mucho en ser seducida?
Jocelyn Tolliver cree que el negocio de costura de su madre financió su educación en una academia en el extranjero. Así que no es de extrañar que se quede absolutamente petrificada cuando descubre que su moribunda madre es la infame Madame del Crimson Belle, el burdel más elitista de Londres. Prometiendo hacerse cargo del burdel y sus chicas, Jocelyn, una virginal rata de biblioteca, se transforma y no tarda en ser conocida como la solitaria Madame DeBourcier.
El libertino Alex Randall, lord Colwick, está decidido a ganarse el acceso a la cama de la fascinante Madame. Sus escandalosos intentos por granjearse el favor de la mujer no pueden pasar desapercibidos por mucho tiempo... Cuando el peligro amenaza a las elegantes mujeres del Crimson Belle, Jocelyn hace un trato con Alex, con la esperanza de que él pueda proporcionarles cierta protección. Pero el engaño arrastrará a ambos a una apasionada lucha de voluntades en la que toda ilusión quedará hecha añicos... y todos los deseos serán satisfechos.

3. El juego de un rufián


Juegos atrevidos. Consecuencias peligrosamente deliciosas.
La encantadora Eve Reynolds realiza el papel de una joven e ingenua debutante, pero tras su recatada apariencia se oculta experta jugadora de naipes que, a instancias de su tío, se dedica a desplumar aristócratas en partidas con altas apuestas que tanto gustan a la sociedad. Únicamente el más célebre libertino de Londres, Julian Clay, conde de Westleigh, ve más allá de sus tretas, pues saber reconocer a un jugador en cuanto lo ve. Atraído por la pasión que atisba en los tormentosos ojos de Eve, así como en desacuerdo con su reservada elegancia, Julian emprende un apasionado asedio a la mujer, y Eve responde con un deseo tan ardiente que deja atrás toda precaución prudente, hasta que ambos no pueden pensar en otra cosa que no sea las apasionadas horas que pasan en brazos del otro.
Pero el tío de Eve quiere que ella apueste más fuerte, concertando un matrimonio respetable con un acaudalado lord... y Eve tiene sus propios motivos secretos para seguir su plan. Aunque Julian comienza a jugar de modo imprudente para seducir a la inteligente joven, ahora quiere mucho más de Eve, y nadie le impedirá arriesgarlo todo en una partida final que podría hacerle ganar el corazón y el alma de Eve para siempre.